sábado, 15 de mayo de 2010

LA ASCENSION DEL SEÑOR EN LA VIDA DEL CRISTIANO

“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín

LA ASCENSION EN LA VIDA DEL CRISTIANO

Este acontecimiento marca la transición entre la gloria de Cristo resucitado El domingo de pascua y la de Cristo exaltado a la derecha del Padre. Es el punto de partida para comenzar a ser testigos y anunciadores de Cristo exaltado que volvió al Padre para sentarse a su derecha. El Señor glorificado continúa presente en el mundo por medio de su acción en los que creen en su Palabra, pues su mandato es vigente: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación". La Ascensión de Cristo al cielo no es el fin de su presencia entre los hombres, sino el comienzo de una nueva forma de estar en el mundo. Su presencia acompaña con signos la misión evangelizadora de sus discípulos. La comunidad pos-pascual necesitó de un tiempo para reforzar su fe incipiente en el Resucitado. La Ascensión es el fin de su visibilidad terrena y el inicio de un nuevo tipo de presencia entre nosotros.

San Lucas, después de escribir su Evangelio, redactó en los Hechos de los Apóstoles mucho de lo que ocurrió después de que Jesús resucitara y subiera a los cielos. Es la historia de los comienzos de la Iglesia, esos tiempos fundacionales en los que el mensaje cristiano comienza a proclamarse como una doctrina nueva y sorprendente que habría de transformar al mundo entero. Así nos refiere que el Señor, antes de subir al trono de su gloria y enviarles la fuerza avasalladora del Espíritu Santo, se les aparece una y otra vez durante cuarenta días, para fortalecerlos en la fe, encenderlos en la caridad y mantener viva su esperanza.

Con la Ascensión, el mandato de Jesús cobra una fuerza singular; se comprende el valor de la Pasión y la Muerte. Desde esa nueva perspectiva, la Cruz era la fuerza y la sabiduría de Dios. Desde ese momento se podía hablar de perdón y de conversión, sin dudar del amor y del poder divino de Jesús. Fue posible predicar la conversión, exhortar a los hombres para que se reconciliaran con Dios, lleno de misericordia. Con la Ascensión de Jesucristo el camino está abierto, y los feligreses invitados a recorrerlo de la mano de Él.

Sobre esta solemnidad las Conferencias Episcopales tomaron la decisión, por múltiples razones, de celebrar esta Fiesta en la vida del cristiano, el domingo siguiente al jueves de la Ascensión, es decir al tiempo transcurrido de 40 días entre la Gloriosa Resurrección de Cristo y su Ascensión a los cielos.
Mayo 2010.

viernes, 7 de mayo de 2010

INCOHERENCIA ENTRE LA FE Y LAS OBRAS

“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín


INCOHERENCIA ENTRE LA FE Y LAS OBRAS

Un día de esta semana tuve oportunidad en la Catedral, de participar de la Santa Misa y oír con atención la homilía del Pbro, Tomás Paz, quien cumple su magisterio en nuestra Diócesis en forma temporal, habida cuenta que pertenece a la Arquidiócesis de Caracas. El sacerdote con elocuencia y palabras sencillas, al referirse al evangelio del día sobre la parábola de la vid y los sarmientos, explicó que el cristianismo, la doctrina de Cristo, es siempre lo mismo, pero sin embargo el mundo secularizado de hoy la ha sectorizado y somos distintos los cristianos en la iglesia, en la familia, en el trabajo, en la calle, en las instituciones, en la vida comunitaria, y cualquier ambiente donde estemos, y esto no concuerda con las enseñanzas del Maestro quien nos recomienda ser consecuentes, dar testimonio siempre, en las buenas y en las malas, fuera y dentro, al principio y al final, manteniendo una completa coherencia entre la fe, es decir la lex credentis de lo que creemos, con lo que hacemos sean obras, palabras, pensamientos o actos de omisión. Quien asiste al templo, y participa del culto, quien confiesa y comulga en la Iglesia de Cristo, no podrá ser distintos en su obrar en la calle, en su hogar, en su trabajo es decir en el mundo temporal donde viva.

Si Ud. mi querido lector es hombre de fe, que es fundamento en la espera y prueba de lo que no se ve, Ud. sencillamente cree, acepta y quiere y por lo tanto come el pan eucarístico que baja del cielo, por obra y gracia del Espíritu Santo y es alimento espiritual para no morir jamás. Quien lo reciba, que no se quede solo con la alegría y la vanagloria de tenerlo, por lo que al salir del templo es necesario que busque el alimento auxiliar espiritual, y pida al Espíritu Santo, que es Gracia Santificante, que le dé el don de la sabiduría, don del conocimiento de las cosas de Dios, lo cual permite mediante la lectura de las sagradas escrituras, la frecuencia de los sacramentos, la oración y la meditación, estar en sintonía permanente en el sendero de la santidad y perfección en cualquier parte donde estés.

No seas tú un católico conformista, que solo se sienta cómodo con la asistencia a la misa de domingos, o laxo de fe que cumple con la misa cuando le conviene o cuando está de ganas; que además en el acto litúrgico no comulgas, porque no confiesas, y algunos veces eres capaz de hacer una comunión sacrílega, porque dices yo comulgo sin confesar con el cura, porque no tengo pecados, o porque no me confieso con hombre, y prefiero confesarme con Dios solito, pedir perdón y arrepentirme. No seas tú sacrílego, pero tampoco seas comodín que si llegando a recibir la comunión santamente, dejas de rogar a tu Dios para que te dé el alimento secundario de la sabiduría del Espíritu que te permita conocer y cumplir cada vez más en este mundo con las cosas de Dios.

Los católicos tienen que dejar el conformismo, la indiferencia, la simplicidad, el menor esfuerzo, el menor sacrificio y la comodidad.. Si Ud mi querido amigo está en el equipo de los menos, debería saber que está en peligro la salvación de su alma; que dejas el camino estrecho de la santidad por el camino amplio de la concupiscencia, que tu fe es débil e indiferente, y estás entrando al mundo del secularismo, donde se vive sin Dios o se actúa como si no existiera. Aceptemos los consejos del Padre Tomas para que nuestra fe sea siempre coherente con la doctrina de Cristo.
Mayo 2010..

viernes, 30 de abril de 2010

LOS PECADOS MENORES

“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín

LOS PECADOS MENORES

Con el ”Yo Pecador” se dice: Señor, confieso que he pecado mucho de pensamientos, palabras, obras y omisión con faltas graves o leves, es decir pecados mayores o menores o si lo prefiere: mortales y veniales. De todos me acuso, Señor, con el dolor de haberlos cometidos, y hago el propósito de no volver a caer en los mismos. La misericordia de Dios es excelsa y permite al pecador que arrepentido vaya a la Confesión para ser absuelto, y además perdona las faltas menores con un piadoso acto de contrición. En cualquier circunstancias si no hay propósito de enmienda con toda seguridad que no hay perdón, no se puedo ir al confesionario y decirle al sacerdote, padre me acuso de haber robado dos veces, y agrego que sean tres, porque tendré necesidad de hacerlo nuevamente, este planteamiento demuestra la falsedad del arrepentimiento, lo cual invalida la eficacia del sacramento.
Y me interrogo ¿Cuántas faltas menores cometemos en la cotidianidad,? sobre todo faltas de omisión, al dejar de hacer lo bueno, al desconocer mandatos de la ley natural, normas de la leyes civiles como también del derecho canónico y de la Iglesia, que obliga al laico, pero especialmente, compromete a los sacerdotes y los consagrados religiosos y religiosas. Como se interpreta la palabra del Evangelio:”Quien cree en Cristo salva su alma del infierno”, cuando no se cumple el mandamiento del amor, es decir amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo; cuando no se cumplen los mandamientos de Dios y de su Iglesia, cuando la gente se conforma con hacer los esfuerzos mínimos para preservar su fe, cuando termina el pecador por hacer su propia religión, tomando de ella solo lo que le conviene, y lo demás lo desecha.
Con tristeza se observa en el mundo católico la cantidad de sacerdotes que poco cumplen con el traje que deben llevar y que es mandatorio del Código canónico, y llegan a decir que el hábito no hace al monje, pero si lo preserva, y entonces, si lo preserva me pregunto porque no usar el Cleryman o la sotana, y prefirir andar libremente por las calles como cualquier civil. Porque muchos se atreven atender los sacramentos sin estar vestidos como mandan las normas. Porque no se cumple en las Diócesis y en las parroquias con el deber no solo de atender debidamente las confesiones, sino estimularlas y hacer promoción permanente de las mismas, sentándose a las horas establecidas en los confesionarios. Porque no se hacen homilías dominicales o diarias en defensa permanente no solo del evangelio, sino también de la Iglesia y de su Vicario general. Porque no se ejerce la potestad disciplinaria del Pastor Diocesano.
Y los laicos bautizados comprometidos o no con la Iglesia, porque se dejan ganar por la desidia y mantienen una incoherencia entre su fe y las obras, como aceptar que un católico confeso y convicto, e incluso de confesión y comunión frecuentes, permita los desmanes y desplantes del régimen gobernante, cuando ataca y manipula a la Iglesia y a sus ministros, y no protesta y por el contrario da su apoyo.
Es tiempo ya, que honremos al “Yo Pecador”, que pidamos perdón no solo por nuestros pecados graves, sino también por los leves, y en especial los de omisión. Decidamos a través de las organizaciones privadas que la Iglesia permite, conformar movimientos para la defensa permanente de la Iglesia, la cual pareciera estar destinada por el sistema que se quiere implantar en el País, a desaparecerla del territorio, lo cual no podrá hacer, por aquello que Cristo está en la barca de Pedro y no lo permitirá, pero no dejarán de menoscabar su presencia y arrinconarla para deje de ejerces sus derechos y sus deberes sagrados, en la defensa de la dignidad del hombre y del bien común. Nunca es tarde para luchar, contactémonos y veremos……. ABRIL 2010.

martes, 20 de abril de 2010

¿CUAL ES TU REFLEXIÖN? Toma el camino recto

“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín

¿ CUÁL ES TU REFLEXIÓN ?

Me complacería que al reflexionar sobre los interrogantes que te planteo, puedas emitir tu opinión y hacerla conocer al Dios en quién crees o por lo menos a uno de su ministros. Invito a todos mis lectores cristianos, que así se denominan por estar bautizados, más no evangelizados; a los católicos que cumplen con sus deberes y hacen obras de misericordia; a aquellos de misa diaria, dominical u ocasional; al cristiano tibio que se conforma con los mínimos esfuerzos para cumplir con Dios; al cristiano de falsa humildad y temeroso de lo que digan. En general, todos están invitados y espero que tomen la iniciativa.

¿Cómo es mi comportamiento ante Dios? Cumplo o trato de cumplir con sus mandatos; mi comportamiento en el culto es el adecuado dentro de las normas de Santa Iglesia; llego a tiempo a misa, es decir antes, y no sobre la hora o después; me hago acompañar por los críos que no puedo controlar y molestan en la celebración. Asisto a Misa porque realmente estoy necesitado del ir al encuentro con Cristo y no para cumplir con formalidades sociales; voy dispuesto a poner atención, a orar y hacer los silencios que se exijan; o acudo con desgano, desgarbado, mal vestido y sin el ayuno recomendado. Al entrar a la Iglesia me santiguo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, hinco mis rodillas y doy gracias a Dios; durante el culto sigo atento la liturgia de la Palabra y sobre todo la liturgia de la Eucaristía, momento culmen del sacrificio y creo que ese pan y ese vino que consagra el Ministro del Altar se convierten en el Cuerpo y Sangre del mismo Cristo. El saludo de la paz, lo entiendo como la paz de Cristo para amar el que está a mi lado y no me salgo de mi asiento ni correteo para dar efusivos abrazos de alegría o pésame al familiar o al conocido. Al concluir la misa no salgo apurado para tomar la calle y volver al hogar, sin dar gracias al Señor y encomendarme a la Virgen María madre de Dios y madre nuestra.

Que opinas sobre la fila de feligreses que comulgaron, estarían en gracia de Dios y no tendrían pecado grave para recibir el Cuerpo y Sangre de Jesús. Ruega por ti y por todos para no dejarse atrapar por la tentación de comer su propia condenación, si comulgaran en pecado mortal, Piensa en cuantos están acostumbrados a rezar un acto de contrición para pedir perdón, porque por descuido, falta de tiempo, o ausencia de un sacerdote no han confesado; ruega porque el párroco dedique tiempo suficiente al Sacramento de la Confesión y establezca en la parroquia, en sitio visible, el horario del mismo.

Tu reflexión la puedes hacer en forma individual o comunitaria en un movimiento de apostolado o grupo de oración, donde das los máximos esfuerzos para la gloria de Dios, sin escamotearle tiempo y espacio al Señor. Reflexiona sobe el tiempo que le dedicas a Dios, sobre todo si eres persona realizada; si dilapidas tu tiempo en cosas banales, juegos, exceso de televisión y radio, olvidando cosas trascendentes e importantes, que benefician tu fe y la de tu prójimo.

Una reflexión profunda sobre tu conducta, tu testimonio, tu ejemplo de vida, mejorará tu conversión. Te invito a ser cristiano a la manera de Cristo, a emitir un juicio sobre estas y otras muchas interrogantes que puedas agregar. Asiste a tu parroquia consulta tus dudas con el sacerdote, conviértete en un voluntario para la evangelización, hazte miembro de la Misión Continental parroquial y verás los beneficios. No alabes solamente lo oportuno de estos planteamientos, sin tomar acciones inmediatas y positivas, no te quedes solo en buenas intenciones.

ABRIL 2010

miércoles, 7 de abril de 2010

DAME; DAME, DAME....SEÑOR

“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín

Dame, dame. Señor, dame

La mayoría de los creyentes que se acercan a Dios para conversar con él, casi siempre por el interés del cielo y salvación prometidos por Cristo, o por el temor de la condenación eterna del infierno, con frecuencia lo hacen así: Dame, dame, Señor, la salud; dame Señor empleo, dame Señor dinero. Dame, dame, dame, es lo que se les ocurren en las oraciones. Y esto realmente no es pecaminoso, inconveniente, ni exagerado, porque el mismo Jesucristo nos prometió el bien, porque nos recomendó pedir, y dijo: pide y se os dará, busca y encontrarás, llama y se os abrirá; ni porque haya dicho que se debe orar con perseverancia. Lo que no se puede tolerar es el hecho que solo se pida lo material y nunca o muy pocas veces lo espiritual. ¿ Porqué? No pedimos sabiduría para administrar lo poco o lo mucho que tenemos en la vida. ¿ Porqué? No pedir fortaleza para soportar la Cruz que debemos llevar en los hombros porque hemos decidió seguir al Señor. ¿Poruqé? No pedir que nos aumente la confianza, nos de entendimiento y don discernimiento para quedarnos con lo bueno y desechar lo malo, lo bueno que dejamos de hacer y lo malo que hacemos; y finalmente porqué antes de pedir nada sea material o espiritual no empezamos por agradecer. Agradecer al Señor Dios nuestro, todo lo que tenemos, lo que hemos tenido y ahora no tenemos. Agradecer la creación del universo y todo lo que existe en este mundo donde vivimos, el ser que se nos ha dado, la familia que tenemos, la educación que recibimos, el alimento que comemos y en fin agradecer todo lo que somos.

Para llegar mis queridos amigos a ser agradecido, todos los días y siempre de Dios, solo lo conseguiremos con la Oración frecuente, perseverante y sincera, leyendo los textos o simplemente conversando a solas con Jesús; procurando además que la oración no solo sea individual sino comunitaria. Lo conseguimos con el cumplimiento de los mandatos y la frecuencia de los Sacramentos establecidos por Cristo, y sobre todo aquellos que podemos recibir varias veces, especialmente la Confesión y el arrepentimiento de nuestros pecados y con la Eucaristía es decir con la Misa Dominical y si es posible diaria, no solo participando de la misma, sino comulgando, comiendo la carne de Cristo y bebiendo su sangre, en ese milagro diario de la Transubstanciación de las especies del pan y el vino establecido en la ultima cena del Señor con sus apóstoles y el cual disfrutamos hoy en la posteridad.

Que bueno sería para todos los creyentes, para todos los cristianos, en especial para los católicos y sobre todo aquellos que tienen su fe débil y están acosados por las tentaciones, de hacer en este tiempo cuaresmal un alto en el camino, para la reflexión sincera, para re-encontrarse con Cristo, para ser cristianos como Cristo quiere y no a la manera como queremos nosotros. Yo sé que si tu amigo que lees estas reflexiones, le oras a Dios pidiendo que te alumbre el camino conseguirás ese objetivo, y al conseguirlo me sentiré satisfecho y agradecido, porque también por este medio comunicacional se logra evangelizar en la Misión Continental de América, la Misión Continental de Venezuela, y la Misión Continental de la Diócesis de Margarita.

Marzo 2010

viernes, 12 de febrero de 2010

MISION CONTINENTAL EN CARACAS


Venezuela: Caracas inicia la Misión Continental Evangelizadora

El cardenal Urosa relizó el envío de centenares de misioneros
CARACAS, martes, 9 febrero 2010 (ZENIT.org).- El cardenal arzobispo de Caracas Jorge Urosa Savino envió a centenares de misioneros a “remar mar adentro” por los diferentes barrios y urbanizaciones de Caracas, Venezuela, para buscar a aquellos que todavía no conocen a Jesucristo y su mensaje de salvación.
“Ustedes desde la Misión Continental Evangelizadora no actuarán en nombre propio sino en nombre de la Iglesia que los envía; tienen por lo tanto una misión muy importante que cumplir: ser mensajeros, propagadores del mensaje de Jesús. Cuando enseñen la Palabra de Dios a los demás no se olviden dóciles al espíritu, escucharla Ustedes, en primer lugar, y madurarla en su corazón. Que su vida sea siempre testimonio de Jesús dentro de nuestra comunidad cristiana”. De esta manera el arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino procedió al lanzamiento de la tercera etapa de la Misión Continental Evangelizadora en Caracas, informa “El Guardián Católico”.
Durante la celebración eucarística de envío misionero, el cardenal Urosa estuvo acompañado del nuncio apostólico en Venezuela Pietro Parolin, y los obispos auxiliares de Caracas, además de los sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas comprometidas, así como de organizaciones católicas de esta capital.
Esta etapa operativa consistente en el envío de centenares de católicos, el cardenal Urosa realizó dos preguntas que, mano derecha alzada, los asistentes respondieron, asumiendo el compromiso misionero.
“¿Aceptan ustedes la misión de ser testigos del Evangelio, siendo Jesucristo su vestimenta y coraza en su tarea evangelizadora?.. ¿Están ustedes dispuestos a difundir responsablemente con tal de llevar la Palabra de Dios a sus hermanos en nombre de Jesucristo y su Iglesia?
Dos atronadoras afirmaciones llenaron el recinto, mientras el cardenal Urosa concluía el acto de envío con la siguiente recomendación: “Reciban entonces la Luz de Cristo. Esta es la condición: ser testigos de la Luz de Jesús y manténganse siempre unidos en el Amor del Señor”.
Desde temprano las inmediaciones de la iglesia de la Chiquinquirá, recibieron a los misioneros procedentes de las distintas parroquias y arciprestazgos de Caracas. Cada agrupación estaba acompañada por su párroco como un símbolo de fidelidad al pastor de la localidad, portando alusivas pancartas de su iglesia de origen.
El cardenal Urosa en su homilía recordó las tareas que se ha impuesto la Misión Continental Evangelizadora en su versión aplicada a la capital de Venezuela. “Llevar el fermento del Reino de Dios a nuestra ciudad y a nuestras comunidades cristianas” así como “alcanzar con la ayuda de Dios, nuestro Señor, en primer lugar, una gran renovación de la vida de fe de los fieles católicos concretada en una mayor participación en la vida de la Iglesia y de los Sacramentos”.
Agregó que la Iglesia de Caracas también anhela fortalecer las “parroquias con una mejor catequesis para niños, jóvenes y adultos”.
El purpurado señaló que dentro de los planes de trabajo evangelizador se contempla dar aliento a los movimientos eclesiales y apostólicos: “Esperamos revitalizar los movimientos de apostolado, todos los movimientos eclesiales y apostólicos. Por eso le pido a los dirigentes del Consejo Nacional de Laicos, que están todos aquí en Caracas; así como al Consejo Arquidiocesano de Laicos, que pongan en práctica las acciones necesarias para revitalizar, así decía el papa Juan Pablo II cuando vino a Venezuela en 1985, revitalizar los movimientos de apostolado seglar en sus carismas respectivos”.
El ruego del cardenal Urosa se hizo extensivo a los sacerdotes de las distintas parroquias para que abran espacios, ayuden a crecer en número y acompañen a los movimientos apostólicos.

viernes, 5 de febrero de 2010

PARA SUBIR AL CIELO SE NECESITA:.............

"Léalo y Reflexione" Francisco Jiménez Fermín

UNA ESCALERA GRANDE Y OTRA CHIQUITA

Mi amigo me pregunta ¿Qué se necesita para subir al cielo? y le respondo: UNA ESCALERA GRANDE Y OTRA CHIQUITA. Una grande, que la construye cada persona en su vida, con dificultades, paciencia, amor y perseverancia, cuyos tramos son las veces que pedimos perdón a Dios, mediante la confesión sacramental establecida por Cristo, por lo malo que hemos hecho y lo bueno que hemos dejado de hacer. Y por intermedio de su Ministro se nos otorga el perdón del castigo eterno (Infierno) el cual merecemos por nuestros pecados y donde el sufrimiento, los tormentos, la tristeza y sobre todo la ausencia de Dios será por siempre. Y una chiquita que también construimos en el devenir de nuestro tiempo en la tierra, con sacrificios, dificultades, sufrimientos, ayunos, contrariedades, obras de misericordia espirituales y corporales con el prójimo y con la Iglesia, cumpliendo nuestros deberes tanto de la ley de Dios como la ley de los hombres; frecuentando los sacramentos, haciendo oración con el objetivo, si fuera necesaria para disminuir la temporalidad de la pena del pecado en el espacio del Purgatorio, asignado por Dios en nuestro juicio particular al morir cuando el alma abandona el cuerpo.

Esta pena temporal que debemos purificar por las faltas o las fallas que acompañan a la debilidad humana, a los propósitos de enmienda no cumplidos, la ausencia o el falso dolor de los pecados, el haber dejado pasar el tiempo para ponernos a derecho, el abuso de la misericordia divina, las muchas circunstancias que nos llevaron a cometer pecado grave, las imprudencias y falta de fortaleza para evitar las tentaciones de pecar Si esta pena temporal no es limada totalmente en la tierra, y morimos sin pecado mortal, nuestro lugar obligatorio en la vida eterna será formar parte de la Iglesia Purgante, sin embargo es un misterio conocer el tamaño del mismo y el tiempo de la pena saldada para subir al cielo y tener la dicha de ver cara a cara a Dios Padre en el misterio de la Santísima Trinidad.

Además, la Iglesia que es nuestra madre y maestra, que administra los depósito de la fe por los méritos de Jesucristo y de los Santos, cada cierto tiempo y con motivaciones trascendentes otorga INDULGENCIAS plenarias a sus fieles, para el perdón de la pena temporal, y las cuales deben ser disfrutadas con devoción por el pecador. FEBRERO 7 AÑO 2010.

martes, 12 de enero de 2010

DIELMA DEL HOMBRE ANTE LA MUERTE

"Léalo y Reflexione" Francisco Jiménez Fermín

DILEMA ANTE LA MUERTE

Para todo ser humano cualquiera que sea su estado, su posición, su credo, su origen etc, la muerte constituye un misterio, y para quien no cree en Dios, ni acepta el alma inmortal del ser, afirma que al morir todo se acaba y no existe vida posterior, su dilema estará en evitarla la muerte a toda costa, usando todo los instrumento que tenga a la mano y que la ciencia le ofrece, aceptándola como un hecho biológico que se cumplirá en un tiempo determinado. Para el creyente que sabe que su cuerpo es mortal y su alma no, enfrentará el dilema de la muerte como lo hace el no creyente evitándola usando los mismos medios. Pero el mayor dilema lo planteará ante el alma que no muere, por creer en Dios, en la resurrección de los muertos, la comunión de los santos y la vida eterna posterior. Por lo que para él la muerte significa un accidente en la vida terrena, necesaria para ingresar en la otra vida. Y sobre esta vida eterna, la teología, y la Iglesia de Cristo, la conciben como un espacio con tres niveles, la gloria en el cielo donde los justos verán el rostro de Jesús, el purgatorio antesala de purificación del alma, con la esperanza cierta de alcanzar el cielo, y espacio tenebroso y definitivo el infierno donde estarán todas las alma que se hayan condenado a si mismo y que murieron de espalda a Dios con faltas graves..

La Salvación del alma a la cual todo ser humano, está permanentemente invitado por Cristo y por su iglesia, será el mayor dilema del creyente, Cristo lo ha dicho el mejor negocio del hombre es ganar la vida eterna ( La Gloria o el Purgatorio) y el peor negocio perderla y condenar el alma, al fuego definitivo y sin regreso, del infierno

Si Reflexionas a conciencia y haces razonamientos lógicos y adecuados, podrás discernir para escoger el camino mejor, el de la no condenación del alma inmortal, y ello se conseguirá siendo fiel a Jesucristo y a su Iglesia, siendo constantes en el amor a Dios y en su misericordia, haciendo el bien y evitando el mal con abundantes obras de misericordia espirituales y corporales, huyendo de las tentaciones del mundo donde el maligno te acosa, levantándote de la modorra, la apatía y la tibieza que puedan acompañarte, y sobre todo orando todos los días, cumpliendo con la ley de Dios y su Iglesia, y frecuentando con gozo los sacramentos en especial la Confesión y la Eucaristía. En este año que se inicia demuéstrale tu amor a Dios con testimonios diarios. ENERO 2010.