“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín
¿ CUÁL ES TU REFLEXIÓN ?
Me complacería que al reflexionar sobre los interrogantes que te planteo, puedas emitir tu opinión y hacerla conocer al Dios en quién crees o por lo menos a uno de su ministros. Invito a todos mis lectores cristianos, que así se denominan por estar bautizados, más no evangelizados; a los católicos que cumplen con sus deberes y hacen obras de misericordia; a aquellos de misa diaria, dominical u ocasional; al cristiano tibio que se conforma con los mínimos esfuerzos para cumplir con Dios; al cristiano de falsa humildad y temeroso de lo que digan. En general, todos están invitados y espero que tomen la iniciativa.
¿Cómo es mi comportamiento ante Dios? Cumplo o trato de cumplir con sus mandatos; mi comportamiento en el culto es el adecuado dentro de las normas de Santa Iglesia; llego a tiempo a misa, es decir antes, y no sobre la hora o después; me hago acompañar por los críos que no puedo controlar y molestan en la celebración. Asisto a Misa porque realmente estoy necesitado del ir al encuentro con Cristo y no para cumplir con formalidades sociales; voy dispuesto a poner atención, a orar y hacer los silencios que se exijan; o acudo con desgano, desgarbado, mal vestido y sin el ayuno recomendado. Al entrar a la Iglesia me santiguo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, hinco mis rodillas y doy gracias a Dios; durante el culto sigo atento la liturgia de
Que opinas sobre la fila de feligreses que comulgaron, estarían en gracia de Dios y no tendrían pecado grave para recibir el Cuerpo y Sangre de Jesús. Ruega por ti y por todos para no dejarse atrapar por la tentación de comer su propia condenación, si comulgaran en pecado mortal, Piensa en cuantos están acostumbrados a rezar un acto de contrición para pedir perdón, porque por descuido, falta de tiempo, o ausencia de un sacerdote no han confesado; ruega porque el párroco dedique tiempo suficiente al Sacramento de la Confesión y establezca en la parroquia, en sitio visible, el horario del mismo.
Tu reflexión la puedes hacer en forma individual o comunitaria en un movimiento de apostolado o grupo de oración, donde das los máximos esfuerzos para la gloria de Dios, sin escamotearle tiempo y espacio al Señor. Reflexiona sobe el tiempo que le dedicas a Dios, sobre todo si eres persona realizada; si dilapidas tu tiempo en cosas banales, juegos, exceso de televisión y radio, olvidando cosas trascendentes e importantes, que benefician tu fe y la de tu prójimo.
Una reflexión profunda sobre tu conducta, tu testimonio, tu ejemplo de vida, mejorará tu conversión. Te invito a ser cristiano a la manera de Cristo, a emitir un juicio sobre estas y otras muchas interrogantes que puedas agregar. Asiste a tu parroquia consulta tus dudas con el sacerdote, conviértete en un voluntario para la evangelización, hazte miembro de la Misión Continental parroquial y verás los beneficios. No alabes solamente lo oportuno de estos planteamientos, sin tomar acciones inmediatas y positivas, no te quedes solo en buenas intenciones.
ABRIL 2010
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