viernes, 30 de abril de 2010

LOS PECADOS MENORES

“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín

LOS PECADOS MENORES

Con el ”Yo Pecador” se dice: Señor, confieso que he pecado mucho de pensamientos, palabras, obras y omisión con faltas graves o leves, es decir pecados mayores o menores o si lo prefiere: mortales y veniales. De todos me acuso, Señor, con el dolor de haberlos cometidos, y hago el propósito de no volver a caer en los mismos. La misericordia de Dios es excelsa y permite al pecador que arrepentido vaya a la Confesión para ser absuelto, y además perdona las faltas menores con un piadoso acto de contrición. En cualquier circunstancias si no hay propósito de enmienda con toda seguridad que no hay perdón, no se puedo ir al confesionario y decirle al sacerdote, padre me acuso de haber robado dos veces, y agrego que sean tres, porque tendré necesidad de hacerlo nuevamente, este planteamiento demuestra la falsedad del arrepentimiento, lo cual invalida la eficacia del sacramento.
Y me interrogo ¿Cuántas faltas menores cometemos en la cotidianidad,? sobre todo faltas de omisión, al dejar de hacer lo bueno, al desconocer mandatos de la ley natural, normas de la leyes civiles como también del derecho canónico y de la Iglesia, que obliga al laico, pero especialmente, compromete a los sacerdotes y los consagrados religiosos y religiosas. Como se interpreta la palabra del Evangelio:”Quien cree en Cristo salva su alma del infierno”, cuando no se cumple el mandamiento del amor, es decir amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo; cuando no se cumplen los mandamientos de Dios y de su Iglesia, cuando la gente se conforma con hacer los esfuerzos mínimos para preservar su fe, cuando termina el pecador por hacer su propia religión, tomando de ella solo lo que le conviene, y lo demás lo desecha.
Con tristeza se observa en el mundo católico la cantidad de sacerdotes que poco cumplen con el traje que deben llevar y que es mandatorio del Código canónico, y llegan a decir que el hábito no hace al monje, pero si lo preserva, y entonces, si lo preserva me pregunto porque no usar el Cleryman o la sotana, y prefirir andar libremente por las calles como cualquier civil. Porque muchos se atreven atender los sacramentos sin estar vestidos como mandan las normas. Porque no se cumple en las Diócesis y en las parroquias con el deber no solo de atender debidamente las confesiones, sino estimularlas y hacer promoción permanente de las mismas, sentándose a las horas establecidas en los confesionarios. Porque no se hacen homilías dominicales o diarias en defensa permanente no solo del evangelio, sino también de la Iglesia y de su Vicario general. Porque no se ejerce la potestad disciplinaria del Pastor Diocesano.
Y los laicos bautizados comprometidos o no con la Iglesia, porque se dejan ganar por la desidia y mantienen una incoherencia entre su fe y las obras, como aceptar que un católico confeso y convicto, e incluso de confesión y comunión frecuentes, permita los desmanes y desplantes del régimen gobernante, cuando ataca y manipula a la Iglesia y a sus ministros, y no protesta y por el contrario da su apoyo.
Es tiempo ya, que honremos al “Yo Pecador”, que pidamos perdón no solo por nuestros pecados graves, sino también por los leves, y en especial los de omisión. Decidamos a través de las organizaciones privadas que la Iglesia permite, conformar movimientos para la defensa permanente de la Iglesia, la cual pareciera estar destinada por el sistema que se quiere implantar en el País, a desaparecerla del territorio, lo cual no podrá hacer, por aquello que Cristo está en la barca de Pedro y no lo permitirá, pero no dejarán de menoscabar su presencia y arrinconarla para deje de ejerces sus derechos y sus deberes sagrados, en la defensa de la dignidad del hombre y del bien común. Nunca es tarde para luchar, contactémonos y veremos……. ABRIL 2010.

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