viernes, 5 de febrero de 2010

PARA SUBIR AL CIELO SE NECESITA:.............

"Léalo y Reflexione" Francisco Jiménez Fermín

UNA ESCALERA GRANDE Y OTRA CHIQUITA

Mi amigo me pregunta ¿Qué se necesita para subir al cielo? y le respondo: UNA ESCALERA GRANDE Y OTRA CHIQUITA. Una grande, que la construye cada persona en su vida, con dificultades, paciencia, amor y perseverancia, cuyos tramos son las veces que pedimos perdón a Dios, mediante la confesión sacramental establecida por Cristo, por lo malo que hemos hecho y lo bueno que hemos dejado de hacer. Y por intermedio de su Ministro se nos otorga el perdón del castigo eterno (Infierno) el cual merecemos por nuestros pecados y donde el sufrimiento, los tormentos, la tristeza y sobre todo la ausencia de Dios será por siempre. Y una chiquita que también construimos en el devenir de nuestro tiempo en la tierra, con sacrificios, dificultades, sufrimientos, ayunos, contrariedades, obras de misericordia espirituales y corporales con el prójimo y con la Iglesia, cumpliendo nuestros deberes tanto de la ley de Dios como la ley de los hombres; frecuentando los sacramentos, haciendo oración con el objetivo, si fuera necesaria para disminuir la temporalidad de la pena del pecado en el espacio del Purgatorio, asignado por Dios en nuestro juicio particular al morir cuando el alma abandona el cuerpo.

Esta pena temporal que debemos purificar por las faltas o las fallas que acompañan a la debilidad humana, a los propósitos de enmienda no cumplidos, la ausencia o el falso dolor de los pecados, el haber dejado pasar el tiempo para ponernos a derecho, el abuso de la misericordia divina, las muchas circunstancias que nos llevaron a cometer pecado grave, las imprudencias y falta de fortaleza para evitar las tentaciones de pecar Si esta pena temporal no es limada totalmente en la tierra, y morimos sin pecado mortal, nuestro lugar obligatorio en la vida eterna será formar parte de la Iglesia Purgante, sin embargo es un misterio conocer el tamaño del mismo y el tiempo de la pena saldada para subir al cielo y tener la dicha de ver cara a cara a Dios Padre en el misterio de la Santísima Trinidad.

Además, la Iglesia que es nuestra madre y maestra, que administra los depósito de la fe por los méritos de Jesucristo y de los Santos, cada cierto tiempo y con motivaciones trascendentes otorga INDULGENCIAS plenarias a sus fieles, para el perdón de la pena temporal, y las cuales deben ser disfrutadas con devoción por el pecador. FEBRERO 7 AÑO 2010.

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