“Palabra de
Vida” Franciscanos de María
(Mc 7, 6-7): "Él les contestó: Bien
profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: Este pueblo me
honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan
está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos."
Siguiendo
con el tema de la semana anterior, aunque se trate de otro evangelista, el
Evangelio de este domingo nos muestra la decepción de Jesús ante la respuesta
de su pueblo, el pueblo amado, el pueblo elegido que Él había venido a salvar.
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”, llegó
a decir el Maestro haciéndose eco de una antigua profecía.
¿Y de
nosotros? ¿Podría decir también eso? Ciertamente que le honramos con los
labios, lo cual no sólo no es malo sino que es cada vez más necesario hacerlo
para dar testimonio público de nuestra fe. Pero debería ser verdad que, a la
vez que hacemos eso, intentemos hacerlo con el corazón. De eso se tratará esta
semana, de profundizar en una relación “cordial”, afectiva, amorosa, con
Cristo. Se tratará de decirle, en la oración y con las obras, que le queremos,
que Él es lo primero en nuestra vida, que
por Él y con Él estamos dispuestos a hacer lo que Él nos pida. Es una
semana para ejercitar el “por ti” en cada cosa que hagamos, a fin de que el
Señor se convenza de que, aunque somos pecadores y a veces fallamos, Él puede
contar de verdad con nuestro corazón. Transformando un poco aquella poesía de
Quevedo, deberíamos decirle, con las obras y las palabras: “Polvo soy, mas
polvo enamorado”, o lo que es lo mismo: “Pecador soy, pero te amo”. Te amo,
Señor, porque tú te lo mereces, porque con tu misericordia has conquistado mi
corazón. Y mi principal dolor es no amarte más, no amarte lo suficiente, no
serte siempre fiel para que puedas estar orgulloso de mí en todos los momentos
de mi vida.
PROPÓSITO: Decirle al Señor, con la mayor frecuencia posible, “por ti” al hacer
las cosas. Asumir tareas difíciles e ingratas por amor a Él, de forma
consciente, para demostrarle nuestro amor.
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