miércoles, 29 de enero de 2014

PALABRA DE VIDA 26-01-14

DOMINGO III: Ser fieles en lo poco para serlo en lo mucho

(Mt 4,19):  “Les dijo: ‘Venid y seguidme y os haré pescadores de hombres’. Inmediatamente dejaron las redes y le siguieron”.  
 El relato de la vocación de los primeros apóstoles nos invita a meditar sobre nuestra propia vocación, sobre la forma concreta en que debemos seguir al Señor. Unos están o estarán llamados al matrimonio. Otros a la consagración religiosa. Otros al sacerdocio. Todos a ser discípulos de Cristo y a intentar ser santos. Sin embargo, el planteamiento vocacional resulta inútil –incluso cuando teóricamente se produce- si no se está preparado para asumir las consecuencias que de ese planteamiento se deriven. De poco sirve preguntarle al Señor, como hizo San Francisco: “¿Qué quieres que haga?, si luego no se está en condiciones de llevar a la práctica lo que el Señor te pide. De hecho, con frecuencia, para no sentirse agobiado por lo que el Señor solicita de uno mismo, se termina por auto-convencerse de que eso no lo está pidiendo el Señor. 
  Ser fieles en lo poco es prepararse, entrenarse, para escuchar la voz de Dios, pida éste lo que pida. Y no sólo hay que verlo en el campo vocacional. También es importante en otros ámbitos; por ejemplo, en lo concerniente al dolor, a la enfermedad, al sufrimiento. Con frecuencia tus problemas te parecen gigantescos, hasta que surgen problemas mayores que los relativizan. Si no has aprendido a soportar pequeñas pruebas, sucumbirás ante las grandes.

Propósito: Entrenarse ante las dificultades, pensando que no son nada comparadas con otras. Preguntarle al Señor qué quiere que hagamos y hacer lo que  Él nos pida.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo tengo un grupo y ahí nos actualizamos algunas de todas estas cosas. Tuve que aprender a bajar whatsapp porque nos mandamos mensajes por ahí. Mis hijos me enseñaron a usar estas nuevas tecnologías. Pero muy útil.