miércoles, 3 de abril de 2013

Benedicto XVI Papa Emerito



“Léalo y Reflexione”                                                                           Francisco Jiménez Fermín

BENEDICTO XVI, PAPA EMÉRITO

En la jerarquía Episcopal de la Iglesia católica hay muchos Obispos Eméritos


El Código canónico establece que el obispo que pastorea a la iglesia desde una Diócesis, a la edad de 75 años tienen derecho a su jubilación y pasar a ser Obispo Emérito y tendrán por supuesto atribuciones distintas, esta posibilidad la conoce el mundo y la vive la Iglesia, pero a casi 600 años de la ultima renuncia a ministerio Petrino del Obispo de Roma el Papa Celestino V, hoy santo de la Iglesia,  el pueblo  de Dios está sorprendidos Vamos a ser testigos de un hecho trascendente de que se declare la sede pontificia vacante a partir del 28 de febrero del 2013 a partir de las 8 pm cuando se haga efectiva la abdicación, dimisión o renuncia de nuestro actual Papa Benedicto XVI. Este acontecimiento histórico  dará mucho de qué hablar por lo inesperado, por las causales, por la trayectoria, por la humildad, sabiduría y temple del Pontífice, tiene un basamento legal en el articulo 332 parágrafo 2 del Código Canónico que establece la Sede Vacante por el fallecimiento o por razones físicas o mentales del titular.
            Benedicto XVI nuestro Papa renunciante cumplió con todo lo establecido en la norma y ante el reciente consistorio con un buen numero de Cardenales, expresó el pasado 11 de febrero lo siguiente: “He llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino” El próximo 16 de abril estará cumpliendo 86 años en casi 8 años de su pontificado. Los grandes filósofos de la antigüedad han reconocido que la ancianidad misma es una enfermedad (Senectus ipsa est morbus). El Papa en su anuncio de dimisión agregó: “El vigor tanto del cuerpo como del Espíritu en los últimos meses, ha disminuido en mi de tal forma, que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado”; finalmente dijo:  “También en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria” . Él a menudo decía: “El Corazón de la Iglesia no está donde se proyecta, se administra, se gobierna, sino donde se reza.”
            El próximo miércoles 27 de febrero la feligresía cristiana, las autoridades de la iglesia, altas personalidades de gobiernos y las  congregaciones y movimientos eclesiales podrán testimoniar en la Plaza de San Pedro en Roma un reconocimiento sincero y un agradecimiento por siempre por su ejemplar y valiente conducción de nuestra Iglesia católica en todo el tiempo de su pontificado, reconocer su valor para afrontar todas las dificultades que le tocó vivir y tomar sanas y convenientes decisiones, mantener en alto grado el ideal de su predecesor, y recomendar y actualizar las conclusiones del Concilio Ecuménico Vaticano II, admirar su carisma, sus decisiones. Desearle todo el éxito y rezar mucho por él, para que su nuevo rol de Obispo Emérito de Roma nos dé mucho de su sabiduría, de sus escritos, y oraciones que la Iglesia necesita y reclama       FEB 2013.

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