miércoles, 3 de abril de 2013

Un nuevo Papa: Francisco



“Léalo y Reflexione”                                                                                     Francisco Jiménez Fermín

EL PAPA NUEVO 266 DE LA IGLESIA.
          
       Jesucristo no tuvo ninguna dificultad para decidir con plenos poderes, los de Dios, elegir entre sus apóstoles a Simón, con todo y sus negaciones de la pasión, como Pedro, piedra y roca, para apacentar a las ovejas de su rebaño y convertirlo en el primer Papa; También Cristo una vez cumplida su Ascensión al cielo, prometió a sus apóstoles su Espíritu.  El Espíritu Santo Consolador para acompañar a su Iglesia hasta el final de los tiempos, es decir hasta su segunda venida en la Parusía cuando se cumplirá el juicio final de los muertos y de los vivos que existan para ese momento. Ese es el mismo Espíritu Santo que como una sola voz invocó el pueblo para que inspirara y asistiera a los 115 Cardenales electores, quienes tuvieron la inmensa responsabilidad de escoger un Nuevo Pedro, el numero 266 de la Iglesia católica, un nuevo Pontífice, que extienda puentes en el mundo, para la salvación de las almas; un Nuevo Papa, para lo cual los Cardenales han reflexionado y meditado mucho durante las congregaciones generales y particulares realizadas antes del CONCLAVE que se realizó bajo llave en la capilla Sixtina del Vaticano y que este 13 de marzo escogió al cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, quien será el nuevo Papa Francisco  de nuestra Iglesia.
            Las expectativas del mundo creyente, del pueblo de Dios conformado por catolicismo de la Iglesia, con emoción y alegría esperaron en la Plaza de San Pedro en Roma,  que se hiciera el clásico anuncio “Habemus Papan” y la fumarata blanca que se dirigió al cielo al salir de la chimenea, impregnara el ambiente y todos pudimos ver al nuevo Pontífice, que los cardenales electores por inspiración del Espíritu Santo de Dios decidieron otorgarnos. Este Papa, Vicario de Cristo, su representante en la tierra, será guía y atalaya de la Paz de los pueblos; un hombre de Dios el mayor promotor de los derechos humanos en el mundo; un digno prelado el primer pregonero del Evangelio de Cristo, quien luchará con denuedo por la Nueva Evangelización que está en marcha; un sacerdote encumbrado con el titulo de Papa que será maestro y promotor de la unidad de los cristianos, quien nos recordará que es necesario ser uno porque el Padre aceptó su nominación; el Obispo de Roma que continuará con dedicación y energías el diálogo interreligioso en los hombres de todas las naciones y todas las religiones hacia un real ecumenismo.
El Catecismo de la Iglesia católica (CIC) en el numeral 882 afirma: El Papa, Obispo de Roma y sucesor de Pedro: “Es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los Obispos como de la muchedumbre de los fieles”. “El pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad”  A él debemos obediencia cariño y respeto, viva el nuevo Papa. MAR 2013.                                                                                                                                                 

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