“Léalo y
Reflexione”
Francisco Jiménez Fermín
POR QUÉ CREER, ERES
INCREDULO
La razón fundamental para creer es la existencia de un
Dios todopoderoso, creador del universo de lo visible e invisible, quien crea
al hombre a su imagen y semejanza, por lo
tanto somos creaturas que en nuestros corazones albergamos la virtud del
amor y aspiramos la bienaventuranza eterna. Su Iglesia fundada por el Hijo y
asistida por el Espíritu Santo aquí en
la tierra, es gobernada, dirigida y
santifica por el Vicario de Cristo: el Santo Padre, el Papa, Obispo de
Roma. En este momento todos los cristianos, católicos o no, elevan las
plegarias al Padre para que el próximo mes de marzo tengamos un nuevo Papa que
sustituye a Benedicto XVI quien ha abdicado al ministerio Petrino.
En este año de la Fe
sobran razones para que profundicemos en ella, para hacerla grande y solida,
para ser bandera de unidad y defensa de la Institución, y con el nuevo
Pontífice la barca de Pedro seguirá adelante porque así fue establecido por el
mismo Cristo cuando fundó la Iglesia católica sobra la Roca de Pedro apóstol, y profetizó que nada podrá destruirla, que
todo en el mundo pasará mas sus Palabras no pasarán jamás. Esta hecho histórico
es suficiente para que la creatura de Dios bautizada o no, creyente o no,
razone en libertad y se convenza que la existencia del Ser Supremo de su Iglesia
nos obligan a creer es decir a tener fe.
Invito al mundo cristiano
a hacer un realidad la unicidad de la iglesia en la que insiste los evangelios,
a recordar que el mismo Cristo y su Iglesia lo piden permanentemente, y Jesus
dirigiéndose al Padre le dice en la
Palabra: no solo te pido por mis apóstoles sino por todos aquellos que creerán
por la predicación de Uds, y ¿ quienes son estos? son los Ministros Obispos y
sacerdotes que todos dìas dan testimonio de ese mandato y en compañía del
pueblo católico comprometido buscan prosélitos no solo en las ciudades sino en
los apartados lugares.
Y esa prédica hará al mundo cada vez mas creyente, con
fe, mas dedicación, tratando siempre
de imitar a Cristo, de cumplir con su
mandatos y las obras de misericordia, acompañando a su fe con obras y
testimonios que sean ejemplo para los demás. Que los sacramentos sean cada
vez más frecuentes, que los católicos mantengan su conversión permanente, que
cada vez tengan mayor y mejor formación de la religión, que no callen jamás
hasta las blasfemias de los enemigos, que insistan en la corrección fraterna
de los hermanos, que la oración no la abandonen nunca, que pidan fortaleza al
Espíritu Santo para superar obstáculos e inconvenientes, que no olviden a los
hombres y mujeres que como santos y santas han sido elevados a los altares de
la Iglesia, y en especial que no olviden en ningún momento a nuestra madre
celestial la Virgen María, que tratemos de imitarla en todo lo que podemos,
sin olvidar que la Virgen no dejan en
el desamparo a todo aquel que con devoción solicita su intercesión.
FEB 2013
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