HABLEMOS DEL BAUTISMO
En nuestro pueblo no existe gente desagradecida, que deje de dar gracias y que desconozca el bautismo cristiano. Todos han oído hablar del tema, no solo del Bautismo sacramental que hace la Iglesia, sino además del falso bautismo familiar de la imposición del agua. Tanto los religiosos y católicos comprometidos que conocen la materia, están en el deber de enseñar todo sobre este Sacramento instituido por Cristo para la salvación.
Hemos nacido de una madre que nos da la naturaleza humana y con un alma infundida por el Dios Todopoderoso en el mismo momento de la concepción. El nacimiento es un acontecimiento necesario para la expansión de la especie y la conquista del mundo, .hecho que trasciende y hace historia, y no hay ser que deje de celebrarlo o por lo menos recordarlo dando gracias a Dios. El cumpleaños es y será siempre momento sublime en la vida del hombre. Sin embargo ha de tenerse en cuenta que nacemos, crecemos, nos desarrollamos y morimos porque el cuerpo es mortal, pero el alama infundida por Dios, que acompaña toda la vida al cuerpo hasta la sepultura, no muere nunca, porque es inmortal. El alma al nacer está unida al ser humano en forma pasiva, o prácticamente sin vida alguna, y su nacimiento espiritual a la vida de Divina, se inicia de manera trascendente en el ser humano al recibir el Sacramento del Bautismo, mediante el cual nuestro Dios a través de signos se hace presente para activar el alma que nace de nuevo, eliminando o borrando la mancha del pecado original por la desobediencia de nuestro Padre Adán, nos hace hijos adoptivos de su Hijo, nos convierte en soldados del ejercito de Cristo y otorga la Gracia Santificante, que nos auxilia para que nuestra voluntad e inteligencia sepan discernir sobre el llamado que nos hace de hacer el bien y evitar el mal. Esa santidad que da el bautismo, expuesta a las tentaciones por la imperfección de la vida misma, corre el riesgo de perderse en el devenir del tiempo. Y Cristo Nuestro Salvador, conociendo nuestras debilidades nos dejó la Confesión sacramental, para que arrepentidos recuperemos la gracia, pero la misma solo es procedente si antes hemos sido marcados por el sello del Bautismo.
Comprendemos entonces que la fecha de bautismo nunca ha de pasar desapercibida, porque ella es muchísimo mas importante y más significativa que la fecha de nuestro nacimiento tradicional, porque quien nace a la vida de los sentidos, de la carne y del mundo, tendrá vida, pero también tendrá muerte; por el contrario quien nace al mundo espiritual por el Espíritu de Dios tendrá vida eterna. Y esto no son cuestiones intrascendentes, ni deben ser motivos de fiestas y jolglorios, no es una obligación social, ni son tradiciones nefastas de la Iglesia, ni imposiciones de los curas y de las monjas. El Bautismo establecido por Jesucristo es una verdad incontrastable y permanente, es palabra de Dios. Padres y padrinos, si tuvieran dudas, acudan a la Sagrada Escritura, abran su Biblia, y lean el Capítulo 3 completo del Evangelio de San Juan, desde el versículo 1 al 36, donde Jesús dialoga con el anciano Nicodemos, sacerdote de la religión judía de su tiempo, a quien exhorta a nacer de Nuevo, con el agua y desde arriba por el Espíritu Santo.
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No solo recordemos este acontecimiento cuando nos veamos en obligación de obtener el documento "Fe de Bautismo" que otorga el párroco, requisito necesario para recibir otros sacramentos, contentos estaremos todos al recordar con un acto piadoso y de amor a Dios la fecha cuando nos hicimos hijos de Dios y hermanos en Cristo.
OCTUBRE 2010.
Hemos nacido de una madre que nos da la naturaleza humana y con un alma infundida por el Dios Todopoderoso en el mismo momento de la concepción. El nacimiento es un acontecimiento necesario para la expansión de la especie y la conquista del mundo, .hecho que trasciende y hace historia, y no hay ser que deje de celebrarlo o por lo menos recordarlo dando gracias a Dios. El cumpleaños es y será siempre momento sublime en la vida del hombre. Sin embargo ha de tenerse en cuenta que nacemos, crecemos, nos desarrollamos y morimos porque el cuerpo es mortal, pero el alama infundida por Dios, que acompaña toda la vida al cuerpo hasta la sepultura, no muere nunca, porque es inmortal. El alma al nacer está unida al ser humano en forma pasiva, o prácticamente sin vida alguna, y su nacimiento espiritual a la vida de Divina, se inicia de manera trascendente en el ser humano al recibir el Sacramento del Bautismo, mediante el cual nuestro Dios a través de signos se hace presente para activar el alma que nace de nuevo, eliminando o borrando la mancha del pecado original por la desobediencia de nuestro Padre Adán, nos hace hijos adoptivos de su Hijo, nos convierte en soldados del ejercito de Cristo y otorga la Gracia Santificante, que nos auxilia para que nuestra voluntad e inteligencia sepan discernir sobre el llamado que nos hace de hacer el bien y evitar el mal. Esa santidad que da el bautismo, expuesta a las tentaciones por la imperfección de la vida misma, corre el riesgo de perderse en el devenir del tiempo. Y Cristo Nuestro Salvador, conociendo nuestras debilidades nos dejó la Confesión sacramental, para que arrepentidos recuperemos la gracia, pero la misma solo es procedente si antes hemos sido marcados por el sello del Bautismo.
Comprendemos entonces que la fecha de bautismo nunca ha de pasar desapercibida, porque ella es muchísimo mas importante y más significativa que la fecha de nuestro nacimiento tradicional, porque quien nace a la vida de los sentidos, de la carne y del mundo, tendrá vida, pero también tendrá muerte; por el contrario quien nace al mundo espiritual por el Espíritu de Dios tendrá vida eterna. Y esto no son cuestiones intrascendentes, ni deben ser motivos de fiestas y jolglorios, no es una obligación social, ni son tradiciones nefastas de la Iglesia, ni imposiciones de los curas y de las monjas. El Bautismo establecido por Jesucristo es una verdad incontrastable y permanente, es palabra de Dios. Padres y padrinos, si tuvieran dudas, acudan a la Sagrada Escritura, abran su Biblia, y lean el Capítulo 3 completo del Evangelio de San Juan, desde el versículo 1 al 36, donde Jesús dialoga con el anciano Nicodemos, sacerdote de la religión judía de su tiempo, a quien exhorta a nacer de Nuevo, con el agua y desde arriba por el Espíritu Santo.
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No solo recordemos este acontecimiento cuando nos veamos en obligación de obtener el documento "Fe de Bautismo" que otorga el párroco, requisito necesario para recibir otros sacramentos, contentos estaremos todos al recordar con un acto piadoso y de amor a Dios la fecha cuando nos hicimos hijos de Dios y hermanos en Cristo.
OCTUBRE 2010.
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