" Léalo y Reflexione " Francisco Jiménez Fermín
DISPUESTO PARA REZAR
El adagio popular dice que la oración mueve montañas, así lo revela Jesucristo cuando afirma que orando con fe y perseverancia Dios oye las plegarias. Si es sencillo orar, es decir hacer oración, ¿Porqué? no lo haces, nadie tiene excusas, ni el analfabeta, porque la oración es una conversación que se establece entre el ser humano y Dios. Para empezar ponte en disposición y decide, elige el lugar y la hora apropiados; te recomiendo que lo hagas en tu casa, en tu habitación solo o preferiblemente acompañado de tu pareja, o en la sala con la familia. Las horas tempranas del amanecer son las mejores para conversar con el Dios, sentado en el borde de la cama, en el chinchorro o en cualquier mueble, arrodíllate si lo prefieres, y cada día a la misma hora inicias tu oración. Cierra los ojos y concéntrate en lo divino, agradece a Dios por todo lo que eres, lo que tienes, lo que has tenido y ahora no tienes; da gracias por un día más de vida, por Cristo Redentor, por su madre María Santísima, por su Iglesia, por el Papa que la dirige, por los sacerdotes y por todos los consagrados religiosos y religiosas. Aquí estoy, Señor, dispuesto a darlo todo por Ti; pregúntale como puedes ayudarle. Dile, Señor, guíame en el camino de todos los días; dame el Espíritu Santo para tener sabiduría, para sobreponerme a las debilidades, para vencer la tibieza personal, para ser un cristiano a la manera de Cristo, para que crezca cada vez más mi fe y sean abundantes mis obras de caridad.
Ahora puedes dirigirte al Padre con la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino. Hágase, Señor, tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy el pan nuestro de cada día, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal .Amen, Cumplida esta oración fundamental puedes agregar las que están escritas o son más tradicionales: El Santo Rosario con los cinco misterios de cada día; Nada te turbe nada te espante de Santa Teresa; No me mueve Señor para quererte; Jesucristo te reconozco Dios del Universo; Acordaos Oh piadosísima Virgen María; Jesús de la misericordia en vos confío; La oración de San Francisco haced de mi; Señor, un instrumento de tu paz: La milagrosa oración del Corazón de Jesús: pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; La oración a San José María Escrivá para santificar el trabajo y santificarnos al mismo tiempo; La oración por la santificación de Juan Pablo II; La oración por la Paz, la oración de San Judas Tadeo y finalizas cantando: Habla Señor que tu siervo escucha. Al concluir estas oraciones de adoración y alabanzas, con las cuales además hiciste peticiones, habrás consumido un tiempo entre 45 y 60 minutos, ¿Pregúntate? Es acaso este tiempo suficiente, realmente no lo es, pero Cristo te lo agradecerá y el Espíritu Santo te permitirá seguir haciéndolo con fe y perseverancia y sobre todo manteniéndote en Gracia, de tal manera que serás un cristiano preparado con la túnica lista y la lámpara encendida para esperar la venida del Señor. ¿ Cuando viene?. Nadie sabe el día ni la hora, pero será una realidad su vuelta para juzgar al mundo, para hacer justicia y dar a cada uno lo que le corresponde y cubrirnos de su misericordia.
Deja hermano la ceguera, tienes que ver y escudriñar la realidad. Deja hermano la sordera, no te conformes con oír, trata de escuchar y cumplir. OCT 2009.
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