“Léalo y Reflexione”
Francisco Jiménez F
DIÁLOGO CON
LA PALABRA
Quien lea la Biblia con frecuencia, dentro de un plan
de formación y evangelización, es capaz
de establecer diálogos con la gente en el entorno donde vive y más allá, sin
desperdiciar la oportunidad de llevar la Palabra de Dios a sus interlocutores. En
ese sentido pudiéramos referirnos en esta Reflexión a unas cuantas verdades que
debemos fomentar y siempre defender. Vamos a empezar con el interrogante a
Pablo, en Damasco, ante la voz de Cristo: “Saulo, Saulo ¿Por qué me persigues”
y su pregunta ¿Quién eres tú? : “Yo soy
la Iglesia a la que persigues”. Después de tal encuentro personal se produjo la
conversión de Pablo, al entender su equivocación de perseguir y apresar a todo
aquel que diera fe del credo cristiano. La Iglesia que somos todos, tu y yo,
seguimos a Cristo no para perseguirlo sino para defender su doctrina y su
evangelio, la Iglesia es sabia y maestra, podrá tener errores, porque está
constituida por seres humanos que somos pecadores, pero que estamos llamados a
ser santos, como lo dice la recomendación evangélica, sean Uds. perfectos como
perfecto es mi Padre. La Iglesia es una sola, única, santa, universal y apostólica,
fundada por Cristo, llevada a todo el mundo por los apóstoles y sus sucesores,
con un solo Credo y una sola fe, que tiene la bendición y promesa eterna por
parte del Creador de que el maligno no podrá con ella, como dice el evangelio
todo pasa y pasará en el mundo, pero la Palabra de Dios seguirá vigente; Dios dio al hombre libertad y razón para que
tome su decisión en la salvación de su alma.
Desde siempre ser Cristiano, seguidor de Cristo, no ha
sido fácil, así lo atestigua el testimonio de la historia de los cristiano en
la iglesia primitiva, y también en la iglesia actual cuando se muere por la fe
y por creer en Cristo: Por el agradecimiento que tenemos para con Dios, por las
promesas hechas a los pueblos y por el temor que se tenga de la condenación
eterna del infierno. Ejercitarse en llevar la Palabra en cualquier ambiente
donde el Cristiano se desenvuelva es tarea fundamental, que tiene que dejar
atrás el respeto humano, la desidia, la laxitud de la fe, que mantiene su
confianza en la Providencia para que se tenga éxito en la evangelización, la
cual no debe ser improvisada, sino planificada, con buena catequesis, y disposición
para el trabajo; donde los ministros del Señor, la jerarquía de la Iglesia
tiene que llevar la dirección de la misma, así esperamos que este año de la fe
decretado por el Santo Padre Benedicto XXVI a partir del 17 de octubre de este
año y hasta el 24 de noviembre del año 2013 se realice la mayor y mejor jornada
para que la Palabra de Cristo llegue a todos los ambientes en Venezuela y el
mundo.
Para toda aquella persona que cumple, asociado o no,
un papel en la evangelización de la Iglesia católica, dentro de su movimiento
de apostolado o dentro de las actividades parroquiales, en las capillas
filiales, pongan empeño en enrolarse colectivamente en las comunidades o
incluso en actividades individuales, en la gran tarea del Dialogo de la Palabra
de Cristo en este siglo XXI, que llegue a producir una nueva primavera en
nuestra Iglesia Católica. Que se usen ampliamente todos los medios de
comunicación, todos los grupos de acción, propios de la Diócesis, como los del
resto de las instituciones y poblaciones, para que el evento al cual estamos
llamados desde el Pontificado, sea una actividad envolvente, donde la Palabra de Dios, sea el pan de cada día que
alimente el cuerpo y el alma, que se produzca en el País y el mundo católico un
movimiento con el mayor ardor posible, la máxima alegría, y la satisfacción
mayor del deber cumplido.
AGOSTO 2012.
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