sábado, 25 de agosto de 2012

PALABRA DE VISA 26 de agosto 2012


            “Palabra de Vida”                                                Franciscanos de María  
          DOMINGO XX: Defender a Jesús y permanecer en Él
(Jn 6,66-70): "Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con Él. Entonces Jesús les dijo a los doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Simón Pedro le contestó: Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos. Y sabemos que tú eres el Santo, consagrado por Dios".
La pregunta dolorida de Jesús a sus apóstoles, sobre la que meditamos este domingo, es efectuada por el Señor al ver que la gente que le seguía se había ido yendo cuando Él dejó de ser un negocio para ellos. Esa misma pregunta nos la hace cada día a cada uno de nosotros y se la hace a todos los que, en alguna ocasión, movidos por alguna necesidad, se han acercado a Él en busca de ayuda. Nos dice, mirándonos con tristeza a los ojos: “¿También tú quieres marcharte, como han hecho tus amigos, como han hecho ya la mayoría de los que viven a tu alrededor? ¿también tú me dejarás cuando las cosas se pongan feas y corras riesgos por estar a mi lado? ¿también tú te irás cuando ya no puedas sacar nada de mí o cuando no entiendas algunos de mis planes?”.
Ante estas preguntas, no basta con una respuesta fácil ni retórica. No es suficiente decirle sólo con la boca: “Señor, aunque todos te abandonen yo no lo haré”, como dijo Pedro la noche del Jueves Santo poco antes de negarle tres veces y oír cantar el gallo. Tampoco basta con tratar de contentarle diciéndole que ya vamos a la misa dominical o que damos alguna limosna. Tenemos que asegurarle, con toda la sinceridad de que sea capaz nuestro frágil corazón, que queremos estar a su lado en lo bueno y en lo malo, como hacen los verdaderos amigos. Tenemos que asegurárselo no sólo con palabras, sino con obras. Con obras que, por amor a Él, estamos ya haciendo y vamos a seguir haciendo, aunque no tuviéramos más recompensan que proporcionarle a Él un poco de alegría.

 PROPÓSITO: Traicionar a Jesús, irse de su lado, significa negarle cuando otros le critican o marcharse cuando otros se van. Debemos hacer lo contrario: salir en su defensa y quedarnos.                      

PALABRA DE VIDA 19 de agosto 2012


            “Palabra de Vida”                                                Franciscanos de María  
                   DOMINGO XX: Comulgar para vivir en Él
(Jn 6,53-57): "Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros... El que come mi carne habita en mí y yo en él".
            Cristo se nos ofrece como verdadera comida que repone nuestras fuerzas y nos invita a “comerle”, nos invita y anima a que utilicemos el alimento que nos ofrece y que es su propio cuerpo y su propia sangre, su propia vida, Él mismo. Es decir, Jesús nos regala el don de la Eucaristía y nos pide que vayamos a comulgar. No hacerlo –cuando se está preparado para ello- es algo que va contra nuestros propios intereses. Pero tras este regalo del Señor lo que queda patente es su amor. Cristo nos ama y porque nos ama desea ayudarnos, sostenernos en nuestras luchas. Consolarnos en nuestras tribulaciones, acompañarnos en los momentos de dolor y de alegría. Cristo nos ama y la Eucaristía es una de las pruebas mayores de ese infinito amor. Sabiendo esto, debemos preguntarnos: ¿Le amamos nosotros?¿Correspondemos a su amor con todas nuestras fuerzas? ¿Le decimos que puede contar con nosotros lo mismo que Él nos dice que podemos contar con Él?.
La respuesta al amor es el amor. Por eso, aprendamos a amar a Cristo intentando tener su misma medida. Vivamos en Él, comulgando y rezando, trabajando y ayudando al prójimo, estando en gracia de Dios con la confesión. Vivamos en Él para que Él pueda disfrutar de vivir en nosotros. Vivamos con Él, con su fuerza, para poder dar la respuesta de amor que él tiene derecho a esperar de nosotros. Vivamos por Él, movidos por el agradecimiento a Él, que ha hecho tanto por nosotros. Así cumpliremos lo que decimos en la Misa: “Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos”.

 PROPÓSITO: Comulgar todas las veces que sea posible, pero hacerlo bien preparado. Por lo tanto, confesar si se tienen pecados graves o si hace tiempo que no se confiesa.

EL CREDO EN EL AÑO DE LA FE


“Léalo y Reflexione”                                                    Francisco Jiménez F

              EL CREDO CRISTIANO EN EL AÑO DE LA FE
El Credo es la profesión de fe del católico y del cristiano, es la oración aprobada por la Iglesia de Cristo para que todos los días la recemos y que en las misas dominicales lo hagamos en comunidad. Ya sea con el Credo de los Apóstoles (corto) o el credo niceo-constantinopolitano (largo) estamos en el deber de reflexionar en cada una de sus palabras y de sus afirmaciones, que representan la verdad revelada por Dios. El Papa Benedicto XVI, el Vicario de Cristo en la tierra, decretó la celebración en la Iglesia Universal del AÑO DE LA FE, mediante su Carta Apostólica del 11-10-2011: PORTA FIDEI, documento que tiene Ud, a sus manos en el Pan Diario de La palabra del mes de julio y agosto en las paginas finales, o la puede bajar por Internet, y conocerá la razón de ser de la convocatoria pontificia y los objetivos que se persiguen para la reconquista de esta virtud, para su conservación permanente, su vivencia y los propósitos de salvación para toda la vida, la cual permitirá luchar contra el maligno, contra la acedia, contra el relativismo y el secularismo, que se ha venido instalando en los corazones de los hombre en nuestro tiempo. El Santo Padre propone celebrar el año de la fe desde el 11 de octubre del 2012 hasta el 24 de noviembre del 2013, se iniciará con la Asamblea General del Sínodo de los Obispos el mismo mes de octubre, sobre el tema la Nueva Evangelización para la trasmisión de la fe cristiana, será una ocasión para introducir a todo el cuerpo eclesial en un tiempo de especial reflexión y redescubrimiento de la fe, con la exhortación a todos para que se utilice el auxilio y guía del Catecismo de la Iglesia Católica.
La Lex credenti de la doctrina se sintetiza en el contenido del Credo católico que las grandes mayorías de creyentes conocen o por lo menos han oído o rezado alguna vez, muchas veces en forma superficial, sin hacer reflexión de lo que afirma ni mucho menos meditar sus contenidos. Intentamos en este artículo hacer algunas consideraciones; tanto en el credo corto como en el largo se establecen dogmas de La Iglesia que son de obligatorio cumplimiento por el creyente, lo contrario sería anatema y por supuesto pecada grave. Empezamos: Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielos y de la tierra, de todo lo visible e invisible” confesamos creer en Dios hacedor de universo que existe y ha existido siempre, que todo lo puede y todo lo ve y rige los designios del mundo. Creo en un solo Señor Jesucristo, hijo único de Dios, creado no engendrado, de igual naturaleza que Padre, que por nosotros y nuestra salvación bajo del cielo y por obra de Dios Espíritu Santo se encarnó de María  siempre Virgen, se hizo hombre,  fue crucificado, murió y resucito al tercer día para la redención de todos. Al admitir estas verdades creo en el Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Pero además creo en la Iglesia fundada por Cristo con Pedro su primer Pontífice, la cual es santa, una, única, católica y apostólica. Creo en los Sacramentos establecidos en la Iglesia por el mismo Cristo: Bautismo, Confirmación, Confesión, Eucaristía, Matrimonio, Orden Sacerdotal y Unción de los enfermos. Todas estas afirmaciones de nuestra confesión son dogmas de la iglesia, y estamos obligados a cumplir, a promover, a extender y defender en este año de la fe y por siempre.
Que la jerarquía diocesana, las parroquias, los sacerdotes, diáconos y laicos, colegios católicos, movimientos de apostolado y el pueblo en general de Dios, nos dispongamos a emprender esta gran empresa para que los frutos que recojamos en el año de la Porta Fidei sean abundantes y por siempre. Amen
                                                                                     Agosto 2012.

MI CONVERSACION CONTIGO Agosto 2012


“Léalo y Reflexione”                                                     Francisco Jiménez F

MI CONVERSACIÓN CONTIGO

En este tiempo en mi País y en Margarita donde vivo, en plena campaña electoral 2012, como cristiano y católico comprometido, estoy en el deber de conversar con el sector de electores que comulgan con la fe de Cristo, que creen en Cristo, en su doctrina y en las enseñanzas de su Iglesia, para así cumplir con el mandato evangélico de la corrección fraterna; la corrección al hermano, a ese votante que cumplirá con su derecho y con su deber de sufragar en las elecciones presidenciales para elegir un Presidente entre los dos aspirantes que discuten tal privilegio. Esta es una elección trascendente para la historia y la evolución política del País. El pueblo va elegir entre lo viejo, la continuidad de un mandato que por 14 años no ha cumplido, donde se alteró el espíritu y razón de la Constitución Nacional, nuestra Carta Magna,  con decretos-leyes de un Presidente saliente, se cambiaron las reglas del juego democrático y se burló la decisión negada por el pueblo en el referendo sobre las Reforma Constitucional. Las comunas y su Ley son inconstitucionales, y tendrán que desaparecer, ha sido un abuso la formación de las mismas, convertidas muchas en focos de corrupción, que hacen y deshacen con fondos que no le pertenecen y que además no son controlables. Esta y otras arbitrariedades del Gobierno actual desdicen de la intención democrática y participativa para todo el pueblo que les eligió en elecciones anteriores. Son muchas las iniciativas que bravamente el pueblo rechazó, en las Universidades, en las organizaciones sociales intermedias, en los sindicatos, en las Instituciones educacionales y además en la Iglesia. La Administración que pretende continuar, tuvo que posponer muchas modificaciones que atentaban contra la misma Iglesia, y muchas confrontaciones fueron engavetadas y no tendrán más oportunidades.
Cualquier cristiano y especial un católico comprometido recuerda las posiciones farisaicas del gobierno, las críticas destructivas ejercidas, los subsidios eliminados, la burla a las Exhortaciones de la Conferencia Episcopal Venezolana, la manipulación de la fe por parte del gobierno y su partido, la manida disposición de comprar conciencias y de confundir al mismo clero venezolano, los cambios de actitudes para con Dios cuando han tenido que soportar las pruebas, la soberbia explicita por encima del agradecimiento y la humildad. Una persona católica no puede dar su voto sin examinar su conciencia, sin dejar de ser coherente con su fe, donde sus obras y sus acciones, no lo censure su razón. Quien cree realmente en Cristo, y admite su doctrina y las enseñanzas de su Iglesia deberá votar en estas elecciones presidenciales por la nueva alternativa de la Oposición, que las grandes mayorías  apoyan, que recorre al País de un extremo a otro, llevando la esperanza para la solución de sus grandes y pequeños problemas, la alternativa que defenderá nuestro petróleo, que limpiará primero nuestra casa, y otorgará caridad a otros cuando sea necesario, que rectificará políticas, que acabará con las exclusiones, que invitará a limar asperezas y eliminar los odios, que se empeñará en el desarrollo total del País, donde todos podamos convivir como hermanos y renazca de nuevo el orgullo de ser venezolanos, Vamos a concurrir a las urnas electorales desde temprano y sin miedo para consignar nuestra decisión, que será la decisión del soberano, y no habrá poder alguno que pueda desconocerla.                                                                                       Agosto 2012.

DIALOGO CON LA PALABRA Agosto 2012


“Léalo y Reflexione”                                                     Francisco Jiménez F

DIÁLOGO CON LA PALABRA
Quien lea la Biblia con frecuencia, dentro de un plan de formación y evangelización,  es capaz de establecer diálogos con la gente en el entorno donde vive y más allá, sin desperdiciar la oportunidad de llevar la Palabra de Dios a sus interlocutores. En ese sentido pudiéramos referirnos en esta Reflexión a unas cuantas verdades que debemos fomentar y siempre defender. Vamos a empezar con el interrogante a Pablo, en Damasco, ante la voz de Cristo: “Saulo, Saulo ¿Por qué me persigues” y su pregunta  ¿Quién eres tú? : “Yo soy la Iglesia a la que persigues”. Después de tal encuentro personal se produjo la conversión de Pablo, al entender su equivocación de perseguir y apresar a todo aquel que diera fe del credo cristiano. La Iglesia que somos todos, tu y yo, seguimos a Cristo no para perseguirlo sino para defender su doctrina y su evangelio, la Iglesia es sabia y maestra, podrá tener errores, porque está constituida por seres humanos que somos pecadores, pero que estamos llamados a ser santos, como lo dice la recomendación evangélica, sean Uds. perfectos como perfecto es mi Padre. La Iglesia es una sola, única, santa, universal y apostólica, fundada por Cristo, llevada a todo el mundo por los apóstoles y sus sucesores, con un solo Credo y una sola fe, que tiene la bendición y promesa eterna por parte del Creador de que el maligno no podrá con ella, como dice el evangelio todo pasa y pasará en el mundo, pero la Palabra de Dios seguirá vigente;  Dios dio al hombre libertad y razón para que tome su decisión en la salvación de su alma.
Desde siempre ser Cristiano, seguidor de Cristo, no ha sido fácil, así lo atestigua el testimonio de la historia de los cristiano en la iglesia primitiva, y también en la iglesia actual cuando se muere por la fe y por creer en Cristo: Por el agradecimiento que tenemos para con Dios, por las promesas hechas a los pueblos y por el temor que se tenga de la condenación eterna del infierno. Ejercitarse en llevar la Palabra en cualquier ambiente donde el Cristiano se desenvuelva es tarea fundamental, que tiene que dejar atrás el respeto humano, la desidia, la laxitud de la fe, que mantiene su confianza en la Providencia para que se tenga éxito en la evangelización, la cual no debe ser improvisada, sino planificada, con buena catequesis, y disposición para el trabajo; donde los ministros del Señor, la jerarquía de la Iglesia tiene que llevar la dirección de la misma, así esperamos que este año de la fe decretado por el Santo Padre Benedicto XXVI a partir del 17 de octubre de este año y hasta el 24 de noviembre del año 2013 se realice la mayor y mejor jornada para que la Palabra de Cristo llegue a todos los ambientes en Venezuela y el mundo.
Para toda aquella persona que cumple, asociado o no, un papel en la evangelización de la Iglesia católica, dentro de su movimiento de apostolado o dentro de las actividades parroquiales, en las capillas filiales, pongan empeño en enrolarse colectivamente en las comunidades o incluso en actividades individuales, en la gran tarea del Dialogo de la Palabra de Cristo en este siglo XXI, que llegue a producir una nueva primavera en nuestra Iglesia Católica. Que se usen ampliamente todos los medios de comunicación, todos los grupos de acción, propios de la Diócesis, como los del resto de las instituciones y poblaciones, para que el evento al cual estamos llamados desde el Pontificado, sea una actividad envolvente, donde  la Palabra de Dios, sea el pan de cada día que alimente el cuerpo y el alma, que se produzca en el País y el mundo católico un movimiento con el mayor ardor posible, la máxima alegría, y la satisfacción mayor del deber cumplido.
                                                                                             AGOSTO 2012.