“Léalo y Reflexione”
Francisco Jiménez Fermín
PORQUÉ LOS CURAS NO HABLAN
DEL INFIERNO
Es posible que el titulo de esta
reflexión no corresponda exactamente con la verdad en cuanto al todo y todos,
pero trata de llamar la atención sobre el pecado de omisión del Ministro que
ignora el dogma católico del Infierno, por suponer que una plática sobre el
mismo incomoda a la feligresía, y le produce inconvenientes, se ignora que tal
actitud va en contra de la salvación del alma y la necesidad de evangelizar al
creyente, que sobre la materia necesita que se le enseñe y se le recuerde el
pasaje evangélico que nos alerta: “De que le vale al hombre atesorar riquezas
en la tierra si pierde su alma con la condenación eterna”. El infierno es cosa
seria y nadie puede alegremente negarlo, y mucho menos si es creyente y
cristiano, porque la Iglesia de Cristo en el mismo credo profesamos creer en la
vida eterna: la gloria o paraíso, purgatorio e infierno, y éste último fue
definido como dogma de fe desde el IV Concilio de Letrán. No podemos hacerle
coro al secularismo que poco le importa Dios, y vivir en la tierra con Dios o
sin él, da lo mismo y son defensores, no solo del relativismo sino de su
dictadura. Negar al infierno no invalida su existencia, existe y en el mismo se
sufre la Pena del Daño y el fuego eterno de quienes no creyeron, y viviendo en
pecado mortal, mueren sin haberse arrepentido, por ello su espacio definitivo e
inexorable en la vida eterna es: la eternidad del Gehenna como también lo llamó
Cristo en los pasajes del nuevo testamento, especialmente en el evangelio de
Mateo 5,22; 5,29; 10,28 y 23,33, o como
lo confirma el Catecismo de la Iglesia Católica en sus numerales 1033, 1034, 1035,
1036 y 1037. Quien no crea en la Palabra de Dios y en lo establecido por la
Iglesia de Cristo, y a la hora de dejar este mundo muera en pecado mortal sin arrepentimiento, y sin la misericordia de
Dios se condenará eternamente.
Ante
esta realidad del mundo y en este tiempo ante el relativismo y secularismo,
donde los seres humanos andan sin pastores, cuando la fe de los hombres es
laxa, y las grandes mayoría viven el día a día solo pensando en resolver sus
problemas, la Iglesia, especialmente sus ministros, los religiosos y
religiosas, la gente consagrada y los laicos comprometidos están en el deber de
evangelizar sobre el dogma del Infierno. Son multitudes de creyentes, incluso
creyentes católicos cristianos, que no creen en el mismo, y otros muchos se han
convertidos en abusadores de la misericordia de Dios, porque prevalece la idea
de que Dios es amor y no permitirá el sufrimiento eterno de las almas, pero que
por su puesto ignoran que la bondad de
Dios no anula la justicia, y que a la hora del juicio cada quien en particular,
si se ha hecho merecedor con su voluntad e intelecto y con libertad plena,
merecerá el castigo eterno que se ha ganado.
Que
esta reflexión permita que los sacerdotes en sus homilías dominicales o
semanales no soslayen la importancia de la prédica sobre el Infierno, y la
necesidad de que los cristianos tomemos consciencia y como misericordia de
corrección fraterna evitemos al prójimo el castigo eterno del Infierno.
A partir del
mes de octubre de este año y hasta octubre del 2013, el pueblo de Dios está
convocado al año de la fe, por nuestro papa Benedicto XVI, decretado como la
Porta fide, es una gran oportunidad para que en nuestra Diócesis de Margarita,
se cumpla con el mismo y que uno de los temas a enfocar sea la realización de
una masiva jornada para evitar que nuestro prójimo gane para la vida eterna la
condenación de su alma, todos podemos colaborar con esta causa, trabajando
sobre los planes que se hagan y sobre todo orando, pidiendo gracia al
Señor. JUNIO 201
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