sábado, 10 de mayo de 2014

Agradecimiento Vs sufrimiento

“Léalo y Reflexione”                                                                 Francisco Jiménez Fermín

       AGRADECIMIENTO MATA SUFRIMIENTO

Cuando la persona reflexiona ante cualquier situación que le depara la vida, debe poner en primer lugar el Agradecimiento que le debemos al Ser Superior. Dios nos ha dado el don de la vida, infundió el alma durante nuestra concepción en el vientre materno, con el bautizo somos sus hijos y nos suministra toda una serie de dones que nos permiten la alegría o la tristeza de vivir. En nuestro corto o largo caminar en la vida hemos alimentado al espíritu con los agradecimientos recibidos, y si lo pusiéramos en una especie de recipiente por ejemplo una botella, podremos observar de acuerdo con la edad que vivamos, que los mismos estarán por el cuello de aquella o casi a llenar, o si lo hubiésemos metido en una cuenta de ahorros bancaria, tendríamos suficientes recursos para tolerar y superar las dificultades que tengamos. Una persona agradecida acepta el sufrimiento y lo supera por los agradecimientos recibidos, por eso podemos decir que los mismos matan el sufrimiento, aceptamos las dificultades, aceptamos la voluntad de Dios y nuestras tristezas se transforman en alegría.
La Palabra de Vida que los Franciscanos de María ponen a tu consideración en este tercer domingo de Pascua nos recomiendan: No eches a Cristo de tu lado. Nos recuerda que Cristo nos redimió a todos de la culpa del pecado, se quedó  realmente con nosotros en la Eucaristía, y nos legó su amor y el amor reciproco, cuando dijo a sus discípulos: Donde 2 o más  estén unidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos, por eso hay que tener mucho cuidado de no echar a Jesús de nuestro lado por cualquier causa, por egoísmo, tensiones, violencia, o sobre todo cuando consideramos que Él no nos oye, no atiende nuestras suplicas, nos tiene abandonados y no superamos nuestras angustias, males, situaciones difíciles o enfermedades. Si reflexionamos y vamos a la botella de agradecimientos, o a la cuenta de los mismos que tenemos en el banco, encontraremos solución o explicación de lo que nos pasa, y aunque no sintamos la presencia de Cristo, no debemos dudar de su presencia ni de su amor.
Y en cuanto a la Salvación de nuestra alma redimida de la culpa del pecado, recordemos que no es suficiente creer, dar por establecida la existencia de Dios, sino cumplir con su Palabra y las muchas veces que en sus evangelios Jesús lo indica, quien cree en mi que cumpla mis mandamientos y preceptos, que me ame y ame al prójimo, como yo los he amado. Estas afirmaciones de Cristo no han quedado en el pasado, en el tiempo que predicó a su pueblo, sino su Palabra como lo afirma no pasarán jamás, y tiene la vigencia hasta el fin de este mundo, que como sabemos es un misterio donde nuestra razón no tiene cabida.
Ahora en pleno siglo XXI con la tarea emprendida por el actual y nuestros últimos Pontífices, ningún católico debe quedarse callado y no evangelizar, es decir llevar la Palabra de Dios en cualquier ambiente en donde viva o trabaje o simplemente estemos presentes. Ejerzamos la corrección fraterna, con humildad y sin escandalizar para lograr que cada quien cumpla con el mandato cristiano.
                                                                                    Mayo 2014.    

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