lunes, 19 de mayo de 2014

PALABRA DE VIDA DOMINGO 18-05-14

“Palabra de Vida”                                     Franciscanos de María
     
  5to DOMINGO DE PASCUA: Muchos estilos de amar al mismo Dios
(Jn 14, 1,2):  “No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias, si no, os lo habría dicho, y me voy a prepararos sitio.”  
 “En la casa de mi Padre hay muchas estancias”. Con esta frase, el Señor, quizá, quería indicarnos que en el Cielo había moradas para muchos y que la salvación no estaba restringida a unas cuantas decenas de escogidos. Pero también nos indicaba que podían estar allí otros que no fueran de los nuestros, o sea, que la salvación estaba abierta a personas no católicas, tal y como enseña la Iglesia. En todo caso, seguro que se refería a que hay muchas formas legítimas de seguirle a Él, siempre que se viva en comunión con la Iglesia. En ocasiones, los católicos perdemos el tiempo criticando a otros católicos que pertenecen a grupos o movimientos diferentes. Algunos absolutizan hasta tal punto las peculiaridades de su espiritualidad que consideran que quienes no están en su grupo no son verdaderos y auténticos cristianos, no tienen la calidad suficiente o, al menos, pierden de alguna manera el tiempo.
 Hay diferencias que, efectivamente, no son legítimas, como aquellas que nacen de una interpretación equivocada de la palabra de Dios o la supresión de alguna norma moral. Por eso es importante aceptar el Magisterio del Papa y los obispos, que son quienes tienen el don del Espíritu para discernir. Hecha esta salvedad, y es la jerarquía de la Iglesia quien tiene el poder para discernir qué camino no es plenamente católico, a nosotros nos toca respetar el camino del otro. Y, sobre todo, nos toca respetar las legítimas diferencias que existen entre los seres humanos, sin pretender que todos sean o piensen como nosotros. Alégrate de que en la Iglesia haya caminos distintos y ama el camino del otro como si fuera el tuyo.
PROPÓSITO: Acepta al otro como es, no pretendas convertirle en una copia tuya. Respeta su derecho a ser diferente, en aquellos puntos en los que ser distinto sea legítimo.


                                                                                                        

EL APOSTOLADO EN LA VIDA ORDINARIA

“Léalo y Reflexione”                                                                 Francisco Jiménez Fermín

            APOSTOLADO EN LA VIDA ORDINARIA
Hoy en mi columna reflexiono sobre el Apostolado en la vida ordinaria, tema importante desarrollado por San José Maria Escriva en su libro: Amigos de Dios. En la religión católica, quien se haga llamar cristiano tiene que ser apóstol y su apostolado lo ejercerá en la vida, desde el momento cuando se hizo creyente e hijo de Dios por el Bautismo, hasta cuando reciba el llamado del Padre para pasar a la vida eterna. Y tenemos que hacer el apostolado porque Dios lo quiere, porque así nos lo ha mandado: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio” (Mc 16,15).
San José María Escriva, nos dice que para cumplir ese apostolado se puede hacer  de muchas maneras, antes que nada: con el ejemplo, viviendo de acuerdo con la voluntad de Dios, como vivió Jesucristo con su vida y sus enseñanzas; y nos advierte que la verdadera fe es aquella que no permite que las acciones o las obras que hagamos no contradigan lo que se afirma con las palabras”. Examina tu conducta personal, y mide la autenticidad de la fe de lo que crees y celebra la Iglesia. No somos verdaderamente creyentes si no nos esforzamos por realizar con nuestras acciones lo que confesamos con los labios
San José María nos recomienda: En medio del trabajo, en la casa, en la calle, con todos los problemas que se tengan, allí y solamente allí, en ese momento nuestras palabras y nuestras acciones y hasta nuestras miserias desprenderán ese  bonus odor Christi (buen olor de Cristo), que la gente apreciará para decir: “He ahí un cristiano” Y si tu admitieras la tentación de preguntarte: ¿Quién me manda a meterme en esto?, la respuesta está en la petición que el mismo Cristo te hace.”: La mies es mucha, y los obreros son pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe operarios a su mies. No concluyas cómodamente: Yo para esto no sirvo, para esto ya hay otros; esas tareas me resultan extrañas. No, para esto, no hay otros; si tu pudieras decir eso, todos podrían decir lo mismo. El ruego de Cristo se dirige a todos, a cada uno de los cristianos. Nadie está dispensado: ni por razones de edad, ni de salud, ni de ocupación. No existen excusas de ningún género. O producimos frutos de apostolado o nuestra fe será estéril.
Prosigue San José María: ¿Quién ha dispuesto que para hablar de Cristo, para difundir su doctrina, sea preciso hacer cosas raras o cosas extraordinarias? : Vive la vida ordinaria, trabaja donde estés, procura cumplir con los deberes del Estado, acabar bien la labor de tu profesión o de tu oficio, haciéndolo cada vez mejor, sé leal, comprensivo con los demás y exigente contigo mismo. Ese sería tu Apostolado.
Cristo no acepta que tu fe la tergiverses, cuando dices creo en la Iglesia pero no en sus sacerdotes, no me confieso con hombres sino a solas con Dios, poco me importa el que sufre a mi lado, el que pide o el marginado ya habrá alguien que les atienda, y tu puedes ayudar y no lo haces, no comulgo porque la hostia y el vino consagrado en la misa siguen siendo pan y vino, y no cuerpo y sangre de Cristo. En el culto me comporto a mi manera, en la política estoy con el gobierno y su partido, comulgo con sus ideas y repito todo cuanto dicen de los curas y de la Iglesia. Tu eres entonces un cristiano falso e hipócrita, un mal cristiano indigno de la misericordia de Dios.                MAYO 14.



sábado, 10 de mayo de 2014

PONCIO PILATOS DESCONOCIO LA VERDAD


“Léalo y Reflexione”                                                                 Francisco Jiménez Fermín

            EL PONCIOPILATISMO SIGUE PRESENTE

¿Y que es la verdad ?, En la historia es celebre la respuesta del Procurador Romano Poncio Pilatos a Jesucristo cuando en pretorio le interrogó; y nos extraña que tan alto funcionario del Imperio que siendo la cuna de las leyes y la justicia, se burlara de ella y de la misma condición de Estado; de su función que ha debido cumplir al impartir justicia ante una turba manipulada por minorías de judíos, que alentaban al pueblo a pedir la muerte en Cruz del imputado que le fue presentado para que dictara justicia. Y no mantuvo la decisión de inocencia que había sostenido anteriormente, sino con la mentira y con descaro se lavó las manos, para creer que no tuvo responsabilidad en la crucifixión y muerte del Señor.
La verdad por la murió Cristo para redimir al mundo y en obediencia a los designios de Dios Padre, se ha venido repitiendo en el mundo a lo largo de los siglos, y la unidad por la que luchó nuestro Redentor y la invitación para que los pueblos se arrepientan de sus faltas y se cumpliera con el amor, la fe y la esperanza prometida, está expuesta permanentemente  al la hipocresía, el poder y el placer del hedonismo que la mayoría de los gobiernos, jefes de Estado, dictadores echan por la borda para desconocer  los derechos de los hombres e irrespetar los principios humanos derivados de la verdad cristiana y de la Iglesia.
Con la canonización del Papa Beato ahora San Juan Pablo II, tenemos oficialmente en el catálogo de la Iglesia un Santo, que combatió sin miedo desde su largo pontificado al sistema socialcomunista, disuelto en Europa en 1989, sin que se disparara ninguna arma de fuego, y cual sembrado en parte de nuestra América, todos estamos en el deber de combatir en cualquier posición que se encuentre el ser. Hoy la Iglesia lucha contra el relativismo de la gente, que consiste en creer y repetir que lo mismo da una cosa que otra, y por tanto la justicia y la verdad no valen, no hay ser superior ni moral alguna que les impidan imponer criterios e irrespetar leyes para mancillar una vez  más los derechos humanos, y lo peor de todo es que quien gobierna y sus adláteres piensan que lo hacen bien y que tienen la verdad en sus manos, tal cual como lo pensara el Procurador Poncio Pilatos en su tiempo.
Este relativismo de que nada es malo y nada es bueno, que todo depende del cristal con que se mire, nos lleva a perder los principios cristianos, nuestras virtudes teologales de fe, esperanza y caridad, para lograr el placer y el poder  y el bienestar del hedonismo, que ostentan las mejores posiciones en la vida, y con lleva a que vivamos las mayorías en un Secularismo cada vez más fuerte en este siglo XXI, para no creer en Dios, para negar su existencias, y sobre todos las verdades kerigmáticas predicadas por Cristo y sus discípulos de ayer, de hoy y de siempre. Hoy te exhorto mi estimado lector a no caer el Ponciopilatismo del tiempo de la Crucifixión de Cristo, recuerda que Cristo vive, que resucitó entre los muertes y que vendrá al final de los tiempos para juzgarnos a todo por el amor que le tengamos y por nuestra obras que cumplamos.

                                                                                            MAYO 2014.   

Agradecimiento Vs sufrimiento

“Léalo y Reflexione”                                                                 Francisco Jiménez Fermín

       AGRADECIMIENTO MATA SUFRIMIENTO

Cuando la persona reflexiona ante cualquier situación que le depara la vida, debe poner en primer lugar el Agradecimiento que le debemos al Ser Superior. Dios nos ha dado el don de la vida, infundió el alma durante nuestra concepción en el vientre materno, con el bautizo somos sus hijos y nos suministra toda una serie de dones que nos permiten la alegría o la tristeza de vivir. En nuestro corto o largo caminar en la vida hemos alimentado al espíritu con los agradecimientos recibidos, y si lo pusiéramos en una especie de recipiente por ejemplo una botella, podremos observar de acuerdo con la edad que vivamos, que los mismos estarán por el cuello de aquella o casi a llenar, o si lo hubiésemos metido en una cuenta de ahorros bancaria, tendríamos suficientes recursos para tolerar y superar las dificultades que tengamos. Una persona agradecida acepta el sufrimiento y lo supera por los agradecimientos recibidos, por eso podemos decir que los mismos matan el sufrimiento, aceptamos las dificultades, aceptamos la voluntad de Dios y nuestras tristezas se transforman en alegría.
La Palabra de Vida que los Franciscanos de María ponen a tu consideración en este tercer domingo de Pascua nos recomiendan: No eches a Cristo de tu lado. Nos recuerda que Cristo nos redimió a todos de la culpa del pecado, se quedó  realmente con nosotros en la Eucaristía, y nos legó su amor y el amor reciproco, cuando dijo a sus discípulos: Donde 2 o más  estén unidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos, por eso hay que tener mucho cuidado de no echar a Jesús de nuestro lado por cualquier causa, por egoísmo, tensiones, violencia, o sobre todo cuando consideramos que Él no nos oye, no atiende nuestras suplicas, nos tiene abandonados y no superamos nuestras angustias, males, situaciones difíciles o enfermedades. Si reflexionamos y vamos a la botella de agradecimientos, o a la cuenta de los mismos que tenemos en el banco, encontraremos solución o explicación de lo que nos pasa, y aunque no sintamos la presencia de Cristo, no debemos dudar de su presencia ni de su amor.
Y en cuanto a la Salvación de nuestra alma redimida de la culpa del pecado, recordemos que no es suficiente creer, dar por establecida la existencia de Dios, sino cumplir con su Palabra y las muchas veces que en sus evangelios Jesús lo indica, quien cree en mi que cumpla mis mandamientos y preceptos, que me ame y ame al prójimo, como yo los he amado. Estas afirmaciones de Cristo no han quedado en el pasado, en el tiempo que predicó a su pueblo, sino su Palabra como lo afirma no pasarán jamás, y tiene la vigencia hasta el fin de este mundo, que como sabemos es un misterio donde nuestra razón no tiene cabida.
Ahora en pleno siglo XXI con la tarea emprendida por el actual y nuestros últimos Pontífices, ningún católico debe quedarse callado y no evangelizar, es decir llevar la Palabra de Dios en cualquier ambiente en donde viva o trabaje o simplemente estemos presentes. Ejerzamos la corrección fraterna, con humildad y sin escandalizar para lograr que cada quien cumpla con el mandato cristiano.
                                                                                    Mayo 2014.    

Palabra de Vida del 3er Domingo de pascua

“Palabra de Vida”                                     Franciscanos de María
     
 3er DOMINGO DE PASCUA: No eches de tu lado a Cristo.

(Lc 24, 14)Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerle.”  
El Señor, según nos cuenta San Mateo no dejó sólo su presencia real ligada a la Eucaristía. También quiso quedarse con nosotros a través de otra "sustancia" singular: el amor y el amor recíproco. Efectivamente, Él ligó su presencia a la unidad entre sus discípulos: "Donde dos o más están unidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18, 20). Por eso los dos discípulos que huían de Jerusalén camino de Emaús, a pesar de su cobardía y de su falta de fe, llevaban con ellos la presencia de Cristo, pues se querían y estaban unidos en el nombre del Señor. Sin embargo, no lo sabían y por eso no lo reconocían.
 También a nosotros nos puede pasar lo mismo. Es posible que no nos demos cuenta de que el Señor está en nuestro hogar y que le expulsemos de allí cuando nos enfrentamos unos a otros, cuando hay violencia o tensiones. A veces, con mucha frecuencia, eso se produce por naderías, por insignificancias, por puro egoísmo. Echamos a Jesús de nuestro lado cuando rompemos la unidad, cuando desaparece el amor recíproco. Le invitamos a que esté entre nosotros, por el contrario, cuando amamos al prójimo en nombre del Señor, como amó el Señor y por el Señor. Y el Señor amó con una motivación religiosa -por Dios- y con un amor que incluía el perdón y la generosidad.
 También podemos echar de nuestro lado a Cristo, o al menos no darnos cuenta de su presencia y por lo tanto no valorarla, cuando consideramos que Él nos ha abandonado por el hecho de estar pasando dificultades. Aunque no sintamos a Cristo, no debemos dudar ni de su presencia ni de su amor.
Propósito: Analiza tus relaciones comunitarias (familia, amigos, trabajo...), para ver si te estás comportando de modo que el Señor esté presente, para ver si hay unidad.             




Atraeré a todos hacia mi

“Palabra de Vida”                                     Franciscanos de María
     
 
 DOMINGO DE RAMOS:  Atraeré todos hacia mi    

   (Mt 27, 45-46): “Desde el mediodía hasta la media tarde vinieron tinieblas sobre toda aquella región. A media tarde, Jesús gritó: ‘Elí, Elí, lamá sabactaní’ (Es decir: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”  
 El domingo de Ramos abre la puerta a la Semana Santa. Por lo tanto, deberemos tener presente todos los acontecimientos que se celebran en esos siete días para fijarnos en lo que nos enseñan y en cómo hemos de comportarnos a su luz. De hecho, la lectura de la pasión que se hace en este día nos da la oportunidad de ver de una sola vez el drama íntegro de la Pasión.
La muerte del Señor, especialmente, se convierte en un reclamo para nuestra atención. Cristo está en la Cruz, muriendo en medio de la tortura, siendo inocente. Ha aceptado voluntariamente ocupar ese lugar y lo ha hecho no por que le guste el dolor, sino porque tiene que cumplir una misión y sabe que, para ello, debe cruzar esa puerta, la puerta del sufrimiento, la puerta de la cruz. Su misión es la salvación, pero la lleva a cabo no sólo derramando su sangre redentora para perdonarnos los pecados, sino también haciéndose uno con nosotros, compartiendo con nosotros nuestra suerte, incluido el sufrimiento físico, el abandono, la injusticia.
 El objetivo de Cristo se logra plenamente cuando nosotros nos sentimos interpelados por él, por su amor, por su cruz. Si su amor nos conmueve, nos convierte, entonces su sacrificio ha servido para algo. Si permanecemos impasibles ante él, le habremos hecho inútil o al menos no plenamente útil. Dejémonos seducir por Cristo, dejémonos atraer por él, dejémonos salvar. Déjale a Dios que haga de Dios y que te salve.
Propósito: Medita sobre el amor de Cristo manifestado en la cruz. Date cuenta de lo que él ha hecho por ti. Agradéceselo y acércate a Él para que su sacrificio no sea en vano.