“Palabra de
Vida” Franciscanos de María
5to DOMINGO DE PASCUA: Muchos estilos de
amar al mismo Dios
(Jn 14, 1,2): “No perdáis la calma, creed en Dios y creed
también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias, si no, os lo habría
dicho, y me voy a prepararos sitio.”
“En la casa de mi Padre
hay muchas estancias”. Con esta frase, el Señor, quizá, quería indicarnos que
en el Cielo había moradas para muchos y que la salvación no estaba restringida
a unas cuantas decenas de escogidos. Pero también nos indicaba que podían estar
allí otros que no fueran de los nuestros, o sea, que la salvación estaba
abierta a personas no católicas, tal y como enseña la Iglesia. En todo caso,
seguro que se refería a que hay muchas formas legítimas de seguirle a Él,
siempre que se viva en comunión con la Iglesia. En ocasiones, los católicos
perdemos el tiempo criticando a otros católicos que pertenecen a grupos o
movimientos diferentes. Algunos absolutizan hasta tal punto las peculiaridades
de su espiritualidad que consideran que quienes no están en su grupo no son
verdaderos y auténticos cristianos, no tienen la calidad suficiente o, al
menos, pierden de alguna manera el tiempo.
Hay diferencias que,
efectivamente, no son legítimas, como aquellas que nacen de una interpretación
equivocada de la palabra de Dios o la supresión de alguna norma moral. Por eso
es importante aceptar el Magisterio del Papa y los obispos, que son quienes
tienen el don del Espíritu para discernir. Hecha esta salvedad, y es la
jerarquía de la Iglesia quien tiene el poder para discernir qué camino no es
plenamente católico, a nosotros nos toca respetar el camino del otro. Y, sobre
todo, nos toca respetar las legítimas diferencias que existen entre los seres
humanos, sin pretender que todos sean o piensen como nosotros. Alégrate de que
en la Iglesia haya caminos distintos y ama el camino del otro como si fuera el
tuyo.
PROPÓSITO: Acepta al otro como es, no pretendas
convertirle en una copia tuya. Respeta su derecho a ser diferente, en aquellos
puntos en los que ser distinto sea legítimo.