“Léalo y Reflexione”
Francisco Jiménez Fermín
EL SEXTO MANDAMIENTO -- QUE POCOS CUMPLEN --
Un
Mandamiento nuevo nos da el Señor: Que nos amemos todos como Dios nos amó, así
cantamos en la Misa. Quien ama a Dios nada puede temer ni hay mal que pueda
hacer. Pero además en las Tablas de la ley entregadas por Dios Moisés, de los 10 mandamientos, al SEXTO, que pocos
creyentes dan importancia por el egoísmo personal, por ignorancia, por el
relativismo, o simplemente porque se abusa de la misericordia de Dios. Quien
ama a Dios cumple todos sus mandamientos sin dejar ninguno por fuera, luego si
dejas de cumplir el Sexto: que se refiere a la PUREZA del alma y del cuerpo,
cometes desobediencia grave o pecado mortal, te pones de espalda a Dios y tu
alma queda expuesta a la condenación eterna..
La
Biblia tanto en Éxodo 20,14 como Deuteronomio 5,17 nos advierten: “No cometerás
adulterio”, y Jesus nos recuerda, en Mt
5,27-28: “Has oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pues yo os digo: Todo
el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
La tradición de la Iglesia católica ha entendido el Sexto Mandamiento como
referido a la globalidad de la
sexualidad humana, por lo que todo relación sexual realizada fuera del
Matrimonio Sacramental, constituye un Pecado Grave, siendo por su puesto faltas
graves la fornicación prematrimonial, las que se realizan en las uniones
concubinarias de hecho, las que se realizan entre parejas del mismo sexo, las
que se realizan usando los anticonceptivos o mecanismos que impidan la
procreación, que como la comunión en la parejas, son principios vitales del
matrimonio; finalmente se peca contra la pureza con la lujuria, masturbación,
pornografía, la prostitución, la violación,
Esa
desobediencia ha sido y es frecuente en los seres humanos, y el detonante de
los misma esta en el placer sexual, que en la relación intima entre hombre y mujer ha puesto el mismo
Dios, pero que desordenadamente lo han utilizados las parejas. Hoy con los
problemas sociales, el hambre, la superpoblación en muchos lugares y la pobreza
en otros, junto con la tecnología moderna y la publicidad que erotizan la mente
del ser humano, permite que no se cumpla con el Sexto Mandamiento de la pureza
y lo peor que al pensar que todo la gente lo hace, se relativisa el hecho, se
hace costumbre, y con frecuencia en los cristianos es un pecado de omisión, del
que muy pocos no tienen conciencia de culpa y que por tanto no tienen el deber de
cumplir con las exigencias de Dios y de su iglesia.
Cuanta
es la población de cristianos católicos, y cristianos de otros credos que
asisten y cumplen con el precepto dominical y que no se acercan a la Eucaristía
por estar en estado de pecado, o que se acercan a comulgar y por supuesto lo
hacen sacrílegamente, pues el cuerpo y sangre de Cristo solo le servirá para su
condenación. Cuantos son las personas que no asisten a Misa los domingos y que
están en esta situación y además en otras faltas graves por incumplimiento del Decálogo,
posiblemente sean la mayoría de los creyentes y todos los no creyentes, a
quienes estamos en la obligación de evangelizar, y es la jerarquía de la
Iglesia, y sus distintos movimientos de apostolados los primeros que han de
enrolarse en esta misión de hacer obras
de misericordia de enseñar a quien no sabe, de ayudar a sacar hacia la luz quienes están en el error, y de ser ejemplo y
dar testimonio en forma permanente del día a día, tanto en el cumplimiento del
sexto mandamiento como con los demás. En
el año de la fe que la iglesia universal realizará de octubre del 2012 a
octubre del 2013, sería una oportunidad maravillosa para que las autoridades y
todos los cristianos católicos nos inscribamos en esa misión de la Conversión Permanente
de nuestros hermanos.
MAYO 2012.
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