viernes, 30 de abril de 2010
LOS PECADOS MENORES
martes, 20 de abril de 2010
¿CUAL ES TU REFLEXIÖN? Toma el camino recto
“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín
¿ CUÁL ES TU REFLEXIÓN ?
Me complacería que al reflexionar sobre los interrogantes que te planteo, puedas emitir tu opinión y hacerla conocer al Dios en quién crees o por lo menos a uno de su ministros. Invito a todos mis lectores cristianos, que así se denominan por estar bautizados, más no evangelizados; a los católicos que cumplen con sus deberes y hacen obras de misericordia; a aquellos de misa diaria, dominical u ocasional; al cristiano tibio que se conforma con los mínimos esfuerzos para cumplir con Dios; al cristiano de falsa humildad y temeroso de lo que digan. En general, todos están invitados y espero que tomen la iniciativa.
¿Cómo es mi comportamiento ante Dios? Cumplo o trato de cumplir con sus mandatos; mi comportamiento en el culto es el adecuado dentro de las normas de Santa Iglesia; llego a tiempo a misa, es decir antes, y no sobre la hora o después; me hago acompañar por los críos que no puedo controlar y molestan en la celebración. Asisto a Misa porque realmente estoy necesitado del ir al encuentro con Cristo y no para cumplir con formalidades sociales; voy dispuesto a poner atención, a orar y hacer los silencios que se exijan; o acudo con desgano, desgarbado, mal vestido y sin el ayuno recomendado. Al entrar a la Iglesia me santiguo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, hinco mis rodillas y doy gracias a Dios; durante el culto sigo atento la liturgia de
Que opinas sobre la fila de feligreses que comulgaron, estarían en gracia de Dios y no tendrían pecado grave para recibir el Cuerpo y Sangre de Jesús. Ruega por ti y por todos para no dejarse atrapar por la tentación de comer su propia condenación, si comulgaran en pecado mortal, Piensa en cuantos están acostumbrados a rezar un acto de contrición para pedir perdón, porque por descuido, falta de tiempo, o ausencia de un sacerdote no han confesado; ruega porque el párroco dedique tiempo suficiente al Sacramento de la Confesión y establezca en la parroquia, en sitio visible, el horario del mismo.
Tu reflexión la puedes hacer en forma individual o comunitaria en un movimiento de apostolado o grupo de oración, donde das los máximos esfuerzos para la gloria de Dios, sin escamotearle tiempo y espacio al Señor. Reflexiona sobe el tiempo que le dedicas a Dios, sobre todo si eres persona realizada; si dilapidas tu tiempo en cosas banales, juegos, exceso de televisión y radio, olvidando cosas trascendentes e importantes, que benefician tu fe y la de tu prójimo.
Una reflexión profunda sobre tu conducta, tu testimonio, tu ejemplo de vida, mejorará tu conversión. Te invito a ser cristiano a la manera de Cristo, a emitir un juicio sobre estas y otras muchas interrogantes que puedas agregar. Asiste a tu parroquia consulta tus dudas con el sacerdote, conviértete en un voluntario para la evangelización, hazte miembro de la Misión Continental parroquial y verás los beneficios. No alabes solamente lo oportuno de estos planteamientos, sin tomar acciones inmediatas y positivas, no te quedes solo en buenas intenciones.
ABRIL 2010
miércoles, 7 de abril de 2010
DAME; DAME, DAME....SEÑOR
“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín
Dame, dame. Señor, dame
La mayoría de los creyentes que se acercan a Dios para conversar con él, casi siempre por el interés del cielo y salvación prometidos por Cristo, o por el temor de la condenación eterna del infierno, con frecuencia lo hacen así: Dame, dame, Señor, la salud; dame Señor empleo, dame Señor dinero. Dame, dame, dame, es lo que se les ocurren en las oraciones. Y esto realmente no es pecaminoso, inconveniente, ni exagerado, porque el mismo Jesucristo nos prometió el bien, porque nos recomendó pedir, y dijo: pide y se os dará, busca y encontrarás, llama y se os abrirá; ni porque haya dicho que se debe orar con perseverancia. Lo que no se puede tolerar es el hecho que solo se pida lo material y nunca o muy pocas veces lo espiritual. ¿ Porqué? No pedimos sabiduría para administrar lo poco o lo mucho que tenemos en la vida. ¿ Porqué? No pedir fortaleza para soportar la Cruz que debemos llevar en los hombros porque hemos decidió seguir al Señor. ¿Poruqé? No pedir que nos aumente la confianza, nos de entendimiento y don discernimiento para quedarnos con lo bueno y desechar lo malo, lo bueno que dejamos de hacer y lo malo que hacemos; y finalmente porqué antes de pedir nada sea material o espiritual no empezamos por agradecer. Agradecer al Señor Dios nuestro, todo lo que tenemos, lo que hemos tenido y ahora no tenemos. Agradecer la creación del universo y todo lo que existe en este mundo donde vivimos, el ser que se nos ha dado, la familia que tenemos, la educación que recibimos, el alimento que comemos y en fin agradecer todo lo que somos.
Para llegar mis queridos amigos a ser agradecido, todos los días y siempre de Dios, solo lo conseguiremos con la Oración frecuente, perseverante y sincera, leyendo los textos o simplemente conversando a solas con Jesús; procurando además que la oración no solo sea individual sino comunitaria. Lo conseguimos con el cumplimiento de los mandatos y la frecuencia de los Sacramentos establecidos por Cristo, y sobre todo aquellos que podemos recibir varias veces, especialmente la Confesión y el arrepentimiento de nuestros pecados y con la Eucaristía es decir con la Misa Dominical y si es posible diaria, no solo participando de la misma, sino comulgando, comiendo la carne de Cristo y bebiendo su sangre, en ese milagro diario de la Transubstanciación de las especies del pan y el vino establecido en la ultima cena del Señor con sus apóstoles y el cual disfrutamos hoy en la posteridad.
Que bueno sería para todos los creyentes, para todos los cristianos, en especial para los católicos y sobre todo aquellos que tienen su fe débil y están acosados por las tentaciones, de hacer en este tiempo cuaresmal un alto en el camino, para la reflexión sincera, para re-encontrarse con Cristo, para ser cristianos como Cristo quiere y no a la manera como queremos nosotros. Yo sé que si tu amigo que lees estas reflexiones, le oras a Dios pidiendo que te alumbre el camino conseguirás ese objetivo, y al conseguirlo me sentiré satisfecho y agradecido, porque también por este medio comunicacional se logra evangelizar en la Misión Continental de América, la Misión Continental de Venezuela, y la Misión Continental de la Diócesis de Margarita.
Marzo 2010