“Temas Marianos” Escribe: Ángel Armas
“LA VIRGEN Y EL ROSARIO”
La Santísima Virgen del Rosario, bajo esta advocación, conocemos, conmemoramos y veneramos, a nuestra querida Madre, “LA VIRGEN MARIA”. y el SANTO ROSARIO?. Fue el Papa San Pío V, de la Orden de los Dominicos, quien extendió esta devoción del Santo Rosario a toda la Iglesia Católica, habida cuenta de que el fundador dicha Orden Santo Domingo, había sido el iniciador, el propulsor de esta práctica religiosa. En el Santo Rosario, se entrecruzan, se mezclan: La contemplación de los misterios de Cristo Jesús; la invocación al Padre, por medio del rezo del Padre nuestro; y la invocación a la misma Virgen María. Entre otras formas variadas de piedad, establecidas en la Religiosidad Popular además del Rosario Mariano, encontramos: la Veneración a las Reliquias, las Visitas a Santuarios, las Peregrinaciones, las Procesiones, el Vía Crucis. Y en la Familia, considerada por la Iglesia la PRIMERA ESCUELA DE FE, ¿quiénes, de muchos de nosotros, no recordamos el haber aprendido de nuestras madres o abuelas, el rezo del Santo Rosario? Convirtiéndose así la Familia en la introducción a la iniciación cristiana? Mil gracias damos a Dios Nuestro Señor, por habernos permitido crecer en esas familias. Pero, hoy en día la familia ha perdido un poco esa bella práctica, es decir, dar comienzo o inicio a esa “CATEQUESIS FAMILIAR” Sin embargo no perdamos la esperanza de que con la Nueva Evangelización, la cual es responsabilidad de todos nosotros los Bautizados, rescatemos esos valores y principios en la familia, para confiar en las Promesas de la Virgen María a quienes diariamente tengamos por costumbre religiosa, entre otras, el rezo del Santo Rosario; y, esas promesas son:
1) Quien rece constantemente (diariamente), mi Rosario, RECIBIRÁ cualquier gracia que me pida.
2) Prometo mi especialísima protección y beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3) El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
4) El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la Misericordia Divina. sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el Amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
5) El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.
6) El que con mucha devoción rece mi Rosario, considerando sus Sagrados Misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
7) Los verdaderos devotos de mi Rosario, no morirán sin los Sacramentos.
8) Todos los que rezan mi Rosario, tendrán en vida y en muerte, la luz y la plenitud de la gracia y, serán partícipes de los méritos Bienaventurados.
9) Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10) Los hijos de mi Rosario, gozarán en el Cielo de una Gloria singular.
11) Todo cuanto se pida por medio del Rosario, se alcanzará prontamente.
12) Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13) He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los Cofrades y Devotos, tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los Bienaventurados de la Corte Celestial.
14) Los que rezan mi Rosario con frecuencia (diariamente), son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
15) La devoción al Santo Rosario, es una señal manifiesta de predestinación.
Estas promesas, hechas por la Santísima Virgen María, se atribuyen a la Orden de los Dominicos, cuando la devoción por el Santo Rosario, creada y enseñada por Santo Domingo, estaba disminuyendo. Ella quiso REVIVIRLA de esta preciosa manera.
“LA VIRGEN Y EL ROSARIO”
La Santísima Virgen del Rosario, bajo esta advocación, conocemos, conmemoramos y veneramos, a nuestra querida Madre, “LA VIRGEN MARIA”. y el SANTO ROSARIO?. Fue el Papa San Pío V, de la Orden de los Dominicos, quien extendió esta devoción del Santo Rosario a toda la Iglesia Católica, habida cuenta de que el fundador dicha Orden Santo Domingo, había sido el iniciador, el propulsor de esta práctica religiosa. En el Santo Rosario, se entrecruzan, se mezclan: La contemplación de los misterios de Cristo Jesús; la invocación al Padre, por medio del rezo del Padre nuestro; y la invocación a la misma Virgen María. Entre otras formas variadas de piedad, establecidas en la Religiosidad Popular además del Rosario Mariano, encontramos: la Veneración a las Reliquias, las Visitas a Santuarios, las Peregrinaciones, las Procesiones, el Vía Crucis. Y en la Familia, considerada por la Iglesia la PRIMERA ESCUELA DE FE, ¿quiénes, de muchos de nosotros, no recordamos el haber aprendido de nuestras madres o abuelas, el rezo del Santo Rosario? Convirtiéndose así la Familia en la introducción a la iniciación cristiana? Mil gracias damos a Dios Nuestro Señor, por habernos permitido crecer en esas familias. Pero, hoy en día la familia ha perdido un poco esa bella práctica, es decir, dar comienzo o inicio a esa “CATEQUESIS FAMILIAR” Sin embargo no perdamos la esperanza de que con la Nueva Evangelización, la cual es responsabilidad de todos nosotros los Bautizados, rescatemos esos valores y principios en la familia, para confiar en las Promesas de la Virgen María a quienes diariamente tengamos por costumbre religiosa, entre otras, el rezo del Santo Rosario; y, esas promesas son:
1) Quien rece constantemente (diariamente), mi Rosario, RECIBIRÁ cualquier gracia que me pida.
2) Prometo mi especialísima protección y beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3) El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
4) El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la Misericordia Divina. sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el Amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
5) El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.
6) El que con mucha devoción rece mi Rosario, considerando sus Sagrados Misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
7) Los verdaderos devotos de mi Rosario, no morirán sin los Sacramentos.
8) Todos los que rezan mi Rosario, tendrán en vida y en muerte, la luz y la plenitud de la gracia y, serán partícipes de los méritos Bienaventurados.
9) Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10) Los hijos de mi Rosario, gozarán en el Cielo de una Gloria singular.
11) Todo cuanto se pida por medio del Rosario, se alcanzará prontamente.
12) Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13) He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los Cofrades y Devotos, tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los Bienaventurados de la Corte Celestial.
14) Los que rezan mi Rosario con frecuencia (diariamente), son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
15) La devoción al Santo Rosario, es una señal manifiesta de predestinación.
Estas promesas, hechas por la Santísima Virgen María, se atribuyen a la Orden de los Dominicos, cuando la devoción por el Santo Rosario, creada y enseñada por Santo Domingo, estaba disminuyendo. Ella quiso REVIVIRLA de esta preciosa manera.
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