viernes, 26 de septiembre de 2008

MISAS LOS DOMINGOS EN LA DIÓCESIS

MISAS DOMINICALES POR MUNICIPIO Y PARROQUIAS.
Diocesis de Margarita.
Municipio Mariño: /Parroquia San Nicolás Porlamar, Templo: 6,30- 8-9,30 y 11 am y 6 pm. Capilla Hospital 11 am /Parroquia Epifania Porlamar, Templo: 8,30- 11 am. Capilla Genovés 5pm. /Parroquia San Fco Javier Palguarime, Templo: 9,30 am, Capilla el Poblado 8 am. /Parroquia San Isidro Conejeros, Templo: 9 am. /Parroquia Virgen de Fátima La Arboleda, Templo: 8-10 am y 6 pm. Capilla Costa Azul 11 am. /Parroquia La Trinidad Los Cocos, Templo: 8,30 am y 5 pm.
Municipio García: /Parroquia Virgen del Valle, Basílica: 8-10,30 am y 6pm. Capilla CarmelitasLas Piedras del Valle 7,15 am. /Parroquia Santa Rosa Villa Rosa, Templo: 8 am y 6,30 pm. Capilla San Antonio 10,30 am.
Municipio Maneiro: /Parroquia de los Santos Ángeles Jorge Coll. Templo: 10,30 am. Capilla Playa Moreno 8 am. /Parroquia Virgen del Pilar Los Robles, Templo 8-9,30 am y 6,30 pm. /Parroquia Santo Cristo Pampatar, Templo: 8-10 am y 5,30-7 pm. Capilla de Agua de Vaca 11 am, Capilla Los Cerritos 11 am.
Municipio Arismendi: /Parroquia Catedral Virgen de la Asunción, templo: 7-9 am y 6 pm. Capilla Salamanca 11 am. /Parroquia El Bautismo de Jesús Sabana de Guacuco, Templo: 8 am. Capilla Atamo Sur 9,30 am.
Municipio Antolin del Campo: /Parroquia San José Paraguachi, Templo: 9,30 am y 5,30 pm. Capilla La Fuente 8am. Capilla Guarame 11,30 am. /Parroquia Virgen del Carmen El Tirano, Templo: 9,30 am. Capilla Aricagua 8 am.
Municipio Gomez: /Parroquia Santa Ana, Templo: 7 am y 6 pm. Capilla Tacarigua dentro 8,30 am. Capilla Tacarigua fuera 9,30 am. Capilla El Cercado 10 am. Capilla la Vecindad 11 am. /Parroquia Virgen de Altagracia, Templo 8 am y 6 pm. Capilla de Pedro Gonzalez 10 am.
Municipio Marcano: /Parroquia San Juan Evangelista Juangriego, Templo: 8 am y 6 pm. Capilla Taritari 10,30 am. /Parroquia Virgen de los Ángeles Los Millanes, Templo: 8 am. Capilla Pedregales 10 am. Capilla Las Cabreras 5 pm.
Municipio Diaz: /Parroquia San Juan Bautista, Templo: 8 am. Capilla Fuentidueño 7 am. Capilla Las Barrancas 10 am. Capilla de Carapacho 5 pm. /Parroquia Maria Auxiliadora La Guardia, Templo: 8 am. Capilla Espinal 9,30 am. Capilla El Dátil 10,45 am. Capilla los Bagres 6 pm.
Municipio Peninsula: /Parroquia San Francisco de Asis Boca del Río, Templo: 10 am. Capilla Guayacancito 9 am. Capilla Manglillo 8 am
Municipio Tubores: /Parroquia San Simón Apóstol Punta de Piedras, Templo: 8 am. Capilla Las Casitas 9 am, Capilla El Guamache 10 am. /Parroquia Corazón de Jesús Los Gomez, Templo: 8am. Capilla Santa Maria 9 am. Capilla Mata Redonda 10 am. /Parroquia Santa Teresa de Avila Las Hernandez, Templo 8,30 am. Capilla Los Vásquez 7,30 am. Capilla Las Giles 10 am.
Municipio San Pedro de Coche: /Parroquia San Pedro, Templo: 8,30 am. Capilla Guamache 10,30 am. Capilla Guinima 4,30 pm. Capilla El Bichar 6,30 pm.

Nota: En muchos de los templos y en unas cuantas capillas hay misas los sábados por la tarde y con las cuales también se cumple con el Precepto Dominical

miércoles, 24 de septiembre de 2008

CRISTO PRESENTE EN LA EUCARISTIA

“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín.
(Blog: informadorcristiano)

CATEQUESIS PARA TODOS LOS CRISTIANOS

Todo creyente que conozca, siga, cumpla y defienda la doctrina de Cristo recibe la connotación de cristiano, por tanto todo aquel que dice pertenecer a una denominación cristiana tiene que estar de acuerdo con todas las enseñanzas de Cristo recogidas y narradas en los textos del Nuevo Testamento y guardadas como un tesoro en su Iglesia.
Hoy quiero enfocar el tema de la EUCARISTÍA, que para las mayorías constituye la presencia real y viva de Cristo en las especies del pan y el vino una vez que las mismas han sido consagradas por el Ministro del Altar. Aceptar el rito de la Institución de la Santísima Eucaristía como un símbolo y no como una realidad es sencillamente desconocer la verdad y el mandato del Hijo de Dios; celebrar la Santa Cena para recordar el acto en conmemoración suya, siempre será una insensatez, si no se tiene la certeza de que el pan y el vino consagrado dejan de ser especies para ser cuerpo y sangre de Cristo. Persistir en esta oscuridad porque la práctica del culto la estableció el fundador de la denominación no es fundamento para creer que se tiene la verdad, entonces si crees o no en este sacramento o si tienes dudas al respecto, estás en el deber de acudir a la fuente que enseña sobre el tema, y en esa fuente que es la Santa Biblia, que tu estudias y en la cual todos estudiamos, encontraremos la verdad.
Elevemos una oración al cielo y pidamos al Señor que nos de sabiduría para el discernimiento de su Palabra, estamos seguros que recibiremos la luz y la verdad estará con nosotros, veamos los textos evangélicos: Mt 26, 26-28; Mc 14, 22-24 y Lc 22, 17-20, donde con claridad entendemos el mandato de conmemorar el hecho, si lo conmemoras, escudriña ahora la Palabra de Dios con el Apóstol Pablo en I Co 11, 26-32 y al discernir el texto entenderás que tal recuerdo no es un símbolo sino una realidad meridiana; discernir es cernir el material para sacar lo que sobra y no sirve y quedarte con lo sustancial y verdadero, discernir es advertir la verdad que subyace en el mandato; come su cuerpo y bebe del cáliz de su sangre con amor y convicción, no le recibas indignamente con dudas, porque comerás y beberás tu propia condenación. Si el creyente cristiano católico o no católico tuviese aún dudas, debe estudiar con detenimiento al evangelista Juan en el Capítulo VI, a través de los versículos 28 al 58. Y si te cuentas entre los cristianos, que después de haber oído la Palabra de Cristo, has decidido seguir sordo e irte, te invito a que reflexiones sobre la admonición que Jesús finalmente le dirigió a los 12 apóstoles que se quedaron, al decirle: “¿Quieren marcharse también Uds.? y Pedro le responde: “Señor, ¿a donde iríamos? Tú tienes palabra de vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.
Si eres hombre de fe como la afirmas y aparentas, entenderás que muchísimas situaciones de la religión y de la misma vida no somos capaces de conocer con la razón, porque el misterio de Dios es eterno, y cuando a él nos consagramos por el Bautismo y de ser creaturas que somos pasamos a ser hijos de Dios y herederos del Reino, disponemos de las virtudes infusas en el alma: fe, esperanza y caridad (amor), para creer en el ser superior, todopoderoso, para quien no existe imposibles, para esperar en sus promesas de salvación, para aceptar su misericordia y su justicia y para estar permanentemente persuadido de su amor hacia todos los hombres. En estas condiciones si superas la duda de la presencia real y viva de Cristo en la Hostia Santa, dispondrás siempre de su amor y podrás pedir perdón y perdonar, reconciliarte con Dios y con tu hermano y disfrutar del banquete celestial en cada Misa donde participes.
SEP 2008.

martes, 23 de septiembre de 2008

¿QUE ES LA MISERICORDIA?

“Misericordia” Rodrigo Ordaz Verde
¿QUÉ ES LA MISERICORDIA?

“Tengo Misericordia por mil generaciones con los que
Me aman y guardan Mis mandamientos” Ex 20,6

Desde el mismo momento de la Creación, Dios mostró su gran Amor y su inmensa Bondad. Al crearnos a su imagen y semejanza, su infinita Misericordia se comprometió con la especie humana hasta el fin de los tiempos. El Antiguo Testamento (AT) esta lleno de referencias donde la especie humana, quizás el bien más preciado de la creación, y posteriormente el pueblo elegido, recibieron directamente las bondades de este atributo divino.
Cuando revisamos en los diccionarios comunes el término conseguimos, en el mejor de los casos, esta descripción: “La misericordia es una actitud bondadosa de compasión hacia otro, generalmente del ofendido hacia el ofensor o desde el más afortunado hacia el más necesitado”. Aunque en el fondo intenta traducir la esencia pareciera quedarse en las palabras. La actitud “bondadosa” pudiera ser interpretada como lástima sobre todo por quien recibe dicha acción y la “Compasión”, no como acompañar francamente en su dolor al prójimo, sino como la aplicación de una justicia parcializada o bonachona del más fuerte por el más débil.
Dios, quien es la misericordia misma, no siente lástima por nosotros sino un Amor inmenso que disculpa con alegría cada falta hacia Él, cuando, arrepentidos, volvemos a la casa del Padre. Su Misericordia es la festividad por el hijo prodigo, la felicidad por la oveja hallada, la dicha de reconocerlo en la fracción del pan. En el AT el Amor (Misericordia) de Dios es invocado con varios verbos y vocablos diferentes para expresar de múltiples formas, con un léxico exquisito y fervoroso, las diversas acepciones de ese Amor a veces dirigido indiferentemente de forma comunitaria a toda la humanidad, a veces paternal directamente a cada hijo, como seguridad, como fidelidad, como perdón y remisión de las culpas que, a la vez, traduce piedad y compasión. Por lo tanto la Misericordia es el atributo divino más involucrado con la debilidad del hombre y fuente de toda esperanza para la salvación del alma. Tan grande es el Amor-Misericordia de Dios por la humanidad que se hizo presente en la tierra encarnando en un hombre como tu y yo para que le conociéramos directamente, para hacer fructificar en nosotros su Amor a través del Mandamiento Nuevo, para revelarse plenamente con su Palabra y Obras, para convertirse en modelo de amor misericordioso hacia los demás y culminar su obra de Amor sin límites con Su Pasión, Muerte y Resurrección. Hecho este que coronó la Redención de la especie humana con una alianza eterna que sólo nosotros con nuestras negaciones personales podemos romper; pero que pudiera retomarse, si, arrepentidos de nuestras faltas, buscamos sinceramente contritos los Sacramentos.
Para nosotros misericordia debe ser atender con tu corazón, con todo tu amor, las miserias espirituales o físicas que sufre la creación entera, especialmente los seres humanos a quienes Cristo nos encargó cuidar, ayudándoles en sus necesidades y haciéndoles conocer la Buena Nueva. En el Evangelio nos exigió amar a todos en la medida que Él nos ama, incluyendo a nuestros enemigos y detractores, como mandamiento perfecto para cumplir con la misericordia. En otras ocasiones, como bendición para nuestra fortaleza y esperanza, nos lo da como promesa: “Bienaventurados los misericordiosos porque alcanzarán misericordia” Mt 5,7

domingo, 21 de septiembre de 2008

AGRADECIDO POR TODO, SEÑOR

"Léalo y Reflexione" Francisco Jiménez Fermín
AGRADECIDO POR TODO
Es satisfactorio para propios y extraños, cuando el ser humano agradece con gestos, palabras o acciones el bien que recibe. Al cristiano en general y en particular para quien vive la nueva Espiritualidad de los Franciscanos de María o Misioneros del agradecimiento, el ser agradecido le produce un estado de paz y sosiego permanente. El “Dios le pague” del pordiosero ante la limosna recibida, debe ser paradigma para AGRADECER las inmensas gracias inmerecidas recibidas de parte de Dios por la Creación, la Redención del hombre, o el amor del Espíritu Santo.

El pasaje evangélico de los 10 leprosos que con humildad ruegan a Cristo su curación nos enseña que el 90 % de los creyentes son desagradecidos y solo un 10% agradecen. Cristo al leproso que regresó a dar gracias por su curación le dice; ¿acaso no fueron 10 los curados?. Sobre esta triste realidad estamos obligados a actuar como hijos y creaturas de Dios, para que ese 10% representado por el leproso solitario, que una vez curado regresa a Cristo a darle gracias y glorificar a Dios; les invito a luchar, con denuedo, para que ese porcentaje aumente, haciendo comprender al hombre, no solo que Dios le ama, sino que es necesario amar al amor de Dios.

En el día a día cada persona ha de manifestar su agradecimiento y no hay mayor Acción de Gracias que la Santa Misa o EUCARISTÍA, que significa precisamente eso, sea la misa dominical o la misa de difuntos, siempre en ellas el culto divino da GRACIAS, y lo hace en el Gloria: “Te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias”; en el Prefacio en su dialogo introductorio: “Damos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Padre Santo, Dios Todopoderoso y eterno, por Cristo Nuestro Señor.” En la plegaria eucarística después de la Consagración: “Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces digno de servirte en tu presencia; y al final de la Misa al despedir la asamblea se nos dice: Vayan en paz y respondemos. “Demos gracias a Dios”.

Acostúmbrate, pues, a agradecer a quien te hace bien, y fundamentalmente por aquel que todo te lo ha dado, que por tu salvación se hizo hombre y murió en la cruz para la redención de todos. Si te llenas de motivaciones suficientes de agradecimiento, tendrás discernimiento para entender las cosas de Dios y aceptarás situaciones que te son de difícil comprensión. No sentirás envidia por los bienes que recibe tu prójimo y que tu desearas para ti; no cuestionarás el plan de Dios; no podrás reclamar que sea mas generoso para unos y menos para otros y con seguridad que entenderás mejor la Palabra de Dios de este domingo, donde no verás injusticia sino amor hacia tu hermano.

Espero que tengas voluntad para cumplir con sus mandatos y demostrar que le amas en el mundo temporal donde te encuentres, sin escatimar esfuerzo alguno para ofrecer por el reino lo máximo que puedas. Recordarás siempre que no es suficiente sanar al cuerpo que muere, sino salvar el alma que es inmortal. Seamos agradecidos siempre.

sábado, 13 de septiembre de 2008

MISION CONTINENTAL Todos llamados 13.09.08

TODOS ESTAMOS COMPROMETIDOS

EL OBISPO ES EL MOTOR DE LA MISMA

CELAM / La Pedagogía de la acción Misión Continental – Parte 4
Finalizamos el apartado 5 del capítulo 2 de la guía “La Misión Continental para una Iglesia Misionera”, que está dedicado a la Misión Continental, y donde se presenta lo que se ha llamado la “pedagogía de la acción Misión Continental”, ofreciendo elementos claves del proceso de misión continental que ha pedido Aparecida. En primer lugar se habla del papel de los agentes de pastoral y evangelizadores, centrándose en el trabajo que deben desempeñar tanto los obispos como los ministros ordenados. Después se habla del papel privilegiado de los laicos, quienes deben estar comprometidos en todas las etapas del proceso misionero. Seguidamente se habla del importante aporte que se debe ofrecer desde la vida consagrada, para finalizar indicándonos quienes serán los interlocutores o los destinatarios de la misión. Le invitamos a descargar todo el contenido de la guía visitando nuestra página web
www.celam.org en la sección de la Misión Continental.
a. Agentes pastorales y evangelizadores: La realización de la misión “requerirá la decidida colaboración de las Conferencias Episcopales y de cada diócesis en particular”.
El Obispo es el primer responsable de la misión en cada Iglesia particular y es quien debe convocar a todas las fuerzas vivas de la comunidad para este gran empeño misionero: “sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que se prodigan, muchas veces con inmensas dificultades, para la difusión de la verdad evangélica”. Esta firme decisión misionera debe impregnar todas las estructuras eclesiales y todos los planes pastorales de diócesis, parroquias, comunidades religiosas, movimientos y de cualquier institución de la Iglesia. Ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en los procesos constantes de renovación misionera, y de abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe.
Para los Ministros Ordenados es un gran momento de gracia que les pide renovar la comunión de los Presbíteros y Diáconos con el Obispo y de ellos entre sí. Así como el entusiasmo y la entrega al servicio del evangelio. Ellos son los portadores primeros de todo este impulso misionero y habría que sensibilizarlos especialmente en el espíritu y conversión pastoral de Aparecida.
La renovación de la parroquia exige actitudes nuevas en los párrocos y en los sacerdotes que están al servicio de ella. La primera exigencia es que el párroco sea un auténtico discípulo de Jesucristo, porque sólo un sacerdote enamorado del Señor puede renovar una parroquia. Pero, al mismo tiempo, debe ser un ardoroso misionero que vive el constante anhelo de buscar a los alejados y no se contenta con la simple administración(DA 201).
b. El papel privilegiado de los laicos: Cualquier esfuerzo misionero exige, de manera particular, la participación activa y comprometida de los fieles laicos en todas las etapas del proceso. Hoy, toda la Iglesia en América Latina y El Caribe quiere ponerse en estado de misión. La evangelización del Continente, nos decía el papa Juan Pablo II, no puede realizarse hoy sin la colaboración de los fieles laicos. Ellos han de ser parte activa y creativa en la elaboración y ejecución de proyectos pastorales a favor de la comunidad.
Esto exige, de parte de los pastores, una mayor apertura de mentalidad para que entiendan y acojan el “ser” y el “hacer” del laico en la Iglesia, quien, por su bautismo y su confirmación, es discípulo y misionero de Jesucristo. En otras palabras, es necesario que el laico sea tenido muy en cuenta con un espíritu de comunión y participación.
La Misión Continental debe tener especial penetración en los sectores culturales, políticos y de dirigentes sociales y económicos que identifican a nuestra sociedad globalizada. Para que esto sea posible, debemos reafirmar vigorosamente la misión peculiar y específica del laico en el mundo secular50, evitando la tentación de motivar a los laicos más comprometidos con su fe, tan sólo a involucrarse en los servicios que necesita la comunidad eclesial para formarse, sostenerse y crecer.
c. La misión inestimable de la Vida Consagrada: Para los miembros de los Institutos de Vida Consagrada, varones y mujeres que están llamados a dar un testimonio convincente de la alegría de ser pertenencia de Dios como discípulos y misioneros de Cristo, y de prodigarse generosamente al servicio de sus hijos, especialmente de los más marginados, y de manifestar en la Iglesia la multiplicidad de los dones carismáticos del Espíritu Santo, su participación en la Misión Continental, como grandes colaboradores de los Pastores, contribuirá fuertemente al despertar misionero de América Latina y del Caribe.
d. Interlocutores y destinatarios
Los destinatarios (o “interlocutores”) de la misión somos todos, comenzando por los discípulos misioneros que animan el proceso evangelizador, pero especialmente debe dirigirse a los pobres, a los que sufren y a los alejados, e impulsar a los constructores de la sociedad a su misión cristiana de transformarla.
Llegar hasta los más alejados debe ser siempre uno de los objetivos de la dimensión misionera de la Iglesia, utilizando los medios adecuados a cada situación.
No podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos, sino urge acudir en todas las direcciones para proclamar que el mal y la muerte no tienen la última palabra, que el amor es más fuerte, que hemos sido liberados y salvados por la victoria pascual del Señor de la historia, que Él nos convoca en Iglesia, y que quiere multiplicar el número de sus discípulos y misioneros en la construcción de su Reino enAmérica Latina. Somos testigos y misioneros: en las grandes ciudades y campos, en las montañas y selvas de nuestra América, en todos los ambientes de la convivencia social, en los más diversos “areópagos” de la vida pública de las naciones, en las situaciones extremas de la existencia, asumiendo ad gentes nuestra solicitud por la misión universal de la Iglesia.