EL RETIRO ESPIRITUAL
Que bueno, que bueno resulta para cualquier persona, aún la que no cree, detener su actividad diaria, ponerse cómodo y reflexionar sobre su vida, sobre el entorno de la misma, empezando por la familia y concluyendo con su comunidad y el mundo. Esta práctica que es una verdadera medicina no es difícil ni representa para nadie un gran sacrificio; el tiempo sobra para que lo hagas; busca entonces el mejor momento, que no puede ser otro sino en el descanso que damos al cuerpo al acostarnos por las noches. Si crees o no en Dios da gracias al ser Supremo, al Creador por lo que viviste hoy, un día mas de vida por lo que eres y lo que tienes, por lo que has tenido y ahora no tienes; pide perdón por lo malo que hiciste y lo bueno que dejaste de hacer; promete que cada vez lo harás mejor, que revisarás tu conducta tu actividad, corregirás las fallas y te mantendrás por camino recto, el camino de la verdad que es precisamente el sendero de tu Dios a quien conoces o el Dios desconocido que invocas. ¿Cuántos minutos ha consumido tu reflexión? espero que muy pocos, si te acostumbras este pequeño examen de conciencia te harás el ser humano que Dios ama.
Lo que hemos expuesto es el más pequeños de los retiros espirituales que se hacen, lo importante no es haberlo hecho, sino hacer de ese camino una costumbre que no falte nunca en todos los días que vivas. Con esta práctica, cultivas tu fe, refuerza la esperanza de vivir y rescatas la caridad cristiana, el verdadero amor a Cristo y al prójimo que te conducirán a producir frutos buenos y en abundancia. Nuestra religión católica, nuestra iglesia única, santa, católica y apostólica, a todos sus niveles y para todos sus miembros, además de recomendar el examen diario de conciencia, las oraciones del día, el cumplimiento de los deberes y la frecuencia de los sacramentos, recomienda Los Retiros Espirituales formales, por lo que todos los movimientos de apostolado deben cumplir esa misión.
Precisamente en la semana que termina, asistí como invitado a un buen Retiro Espiritual mensual de un movimiento de apostolado, y aunque corto alrededor de las 2 horas, produjo frutos abundantes entre sus asistentes; realizado con impecable didáctica, con calculado cuidado y con extremo cariño, para que la lectura del día sobre la Iglesia en que creemos y defendemos por ser el Cuerpo Místico de Cristo, penetrara en nuestro intelecto para difundir los conceptos y evangelizar; para que la prédica del Sacerdote sobre la fe nos hiciera comprender que no basta con que la misma que se nos otorgara en el bautismo y nos hacen hijos de Dios, sino también para saber que es su práctica, su cultivo y riego permanente, lo que garantiza la solidez de los principios de la doctrina de Cristo y del movimiento de apostolado que la proclama; para que la reflexión sobre la tibieza o laxitud de la virtud permita al grupo persistir con el examen de conciencia diario que hagamos, corregir los entuertos, los desviaciones y descuidos sobre ella.
Estoy persuadido que la Diócesis de Margarita debiera producir un Retiro trimestral o anual muy grande para la reflexión de una materia determinada, recomendar a los Consejos Parroquiales Pastorales, que las distintas organizaciones representadas en el mismo cumplan con un evento de tal naturaleza, que el clero que conforma el magisterio diocesano se empeñe mucho en las reflexiones y corregir cualquier desviación que aparezca en la liturgia de la Iglesia. Vamos a pedir a Dios que nos ayude en esta tarea.
OCTUBRE 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario