EL CARDENAL EN LA ASAMBLEA REITERÓ SU OPINIÓN
El Purpurado habló de viva voz ante los Diputados quienes tendrán además la oportunidad de leer en frío, su opinión sobre el sistema marxista, que este gobierno pretende darle a Venezuela. Quedaron con seguridad sorprendidos, pero en poco tiempo recibirán órdenes para dar nuevas respuestas y casi con seguridad que volverán las ofensas e improperios y pedirán al vaticano la invalidación del cardenal, yo le sugiero que pidan la invalidación de todos los obispos, como si el gobierno pudiera estar por encima de la decisión del Santo Padre, El Cardenal sustentó sus afirmaciones y explicó que da su opinión como ciudadano y obispo; en el marco de la democracia y lo establecido por la Constitución que exige a todo venezolano participar activamente en la vida pública del país. Al referirse sobre el socialismo marxista en Venezuela, señaló que no ha dicho nada nuevo ya que el mismo Presidente Chávez es quien afirma seguir esta corriente, y expuso los peligros de esta ideología para la nación. Reiteró su crítica a diversas leyes que considera inconstitucionales y que constituyen una gran preocupación para el pueblo, un atentado contra la democracia y el pluralismo político, como por ejemplo la referida a la educación y la de los procesos electorales, sobre las que los obispos ya se han pronunciado oportunamente, Dijo: ”El Art. 62 de la Constitución otorga el derecho a todos los venezolanos a participar activamente en la vida pública. Y el art. 132 dice: "Toda persona tiene el deber de cumplir sus responsabilidades sociales y participar solidariamente en la vida política, social y comunitaria del país, promoviendo y defendiendo los derechos humanos como fundamento de la convivencia democrática y de la paz social". En cumplimiento de esta disposición constitucional, la participación en la vida pública de los Obispos, Pastores de la Iglesia en Venezuela, va en la línea del relacionamiento y convivencia de los ciudadanos con el libre ejercicio de sus derechos; no como búsqueda o ejercicio del poder político, ni mucho menos como expresión de la legítima participación de los ciudadanos en partidos políticos. Repito, no somos operadores políticos. De manera que, cuando los Obispos emiten opinión sobre aspectos de la vida social o política del país, lo hacen con pleno derecho como ciudadanos venezolanos. No nos encerramos en las sacristías, ni nos escondemos tras el incienso de las ceremonias. Somos Obispos de una Iglesia viva y activa, comprometida con el pueblo venezolano. Los Obispos hablamos en respuesta al evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, no buscando el poder, sino como servidores y constructores de la paz”.
“Reivindico el derecho consagrado en el art. 60 que reza: "Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen confidencialidad y reputación". Por eso exijo que cesen los ataques que contra mi persona se difunden en algunos programas de medios de comunicación del Gobierno”
Este columnista tiene sus dudas sobre la conducta de los partidarios del actual gobierno y pienso que de nuevo irrespetarán a nuestro Cardenal, a la Iglesia y al mismo Dios, pero de una cosa se convencerán que esa guerra contra la Institución de la Iglesia Católica la perderán, porque el Espíritu de Dios nunca la dejará sola.
El Cardenal Urosa Savino concluyó: “Reafirmo mi condición de Pastor de la Iglesia, a la cual sirvo en nombre de Jesucristo, con el propósito de que su "Reino de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia, de amor y de paz", se haga realidad en el corazón de los venezolanos, a través de la fe en Dios, y a través de la convivencia fraterna y solidaria”. Agosto 2010.
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