viernes, 7 de agosto de 2009

TODOS HAN DE SER BUENOS PASTORES

“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín

PASTORES BUENOS Y PASTORES MALOS

Mi estimado lector le invito a reflexionar sobre el tema del Buen Pastor. La realidad es que todos somos pastores; tú también eres pastor. Jesucristo es el Pastor por excelencia en el pueblo de Dios, quien conoce a sus ovejas, quien da su vida por ellas, y sale en búsqueda de la descarriadas y perdidas. En este mundo actual ¿Quiénes son los pastores?, son las personas que dirigen, son los responsables del cuidado de un grupo determinado, de tal manera que pastor es el cura, es el papá y la mamá en el hogar; en las escuelas e instituciones educacionales lo son los maestros, ductores responsables de la enseñanza y conducción de los alumnos; en las comunidades los dirigentes vecinales; en los partidos políticos los líderes que presiden y dirigen; en los centros de trabajo los directivos; en los sindicatos y gremios sus dirigentes; en las Instituciones gubernamentales, poder ejecutivo nacional, gobernaciones, alcaldías quienes ocupan los puestos de mando, los que están en el poder legislativo y los jueces en el poder judicial, los prefectos, gobernadores, el Presidente de la República y sus ministros.

Un Pastor bueno trata bien al grupo sea en la familia o sea el País, infunde confianza, vigila, tolera, es prudente y justo, lo conduce hacia el bien y la felicidad. Con un Pastor bueno los problemas se enfrentan y se resuelven, las dificultades se superan o se aceptan, existe la confianza y el grupo crece en sabiduría y espera siempre en Dios.

Un Pastor malo es todo lo contrario, bajo su dirección se pierden los valores y la esperanza, los problemas se profundizan y la desesperación cunde en el conglomerado, está por todas partes y a todos ataca, especialmente a los que caminamos con Cristo, los que estamos apegados su amor y a su doctrina. Quienes seamos ovejas o pastores nunca podremos hacer lo malo por el amor a Dios y de Dios, porque quien ama a Dios es incompatible con la maldad. El Pastor malo está del otro lado del amor de Dios, está con Satán, con el espíritu caído que lucha siempre y siempre está presente en la vida del hombre para confundir al hombre y producir el mal.

Sin embargo, por existir en el mundo desde un principio el bien y el mal, la gente que es directora, dirigente, los lideres, y en general quienes ocupan la posición de pastor están en la obligación de imitar a Cristo y ser un buen pastor, y ha de comenzar por la Iglesia de Cristo, por sus ministros y su gente comprometida, pues son ellos quienes reciben la mayor gracia y por tanto están en el deber de dar mayores frutos.

En este Patria nuestra, el pastor que la dirige por voluntad del pueblo, pretende cambiar el sistema, la democracia por autoritarismo, cuando ha debido dar más democracia: Quien siembra odio y divide la opinión del País; quien defiende el lema implantado patria o muerte; quien irrespeta todos los días la Constitución, y lanza sucesivas amenazas a sectores de la población, evidentemente ejerce la función de un MAL PASTOR, por lo que elevamos una plegaria para su conversión. Amén.

AGOSTO 2009


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