sábado, 9 de febrero de 2013

PASOS DE LA CONFESION



“Léalo y Reflexione”                                                                 Francisco Jiménez Fermín

PASOS  EN LA CONFESIÓN SACRAMENTAL
Cuantas de tus confesiones son inválidas y sacrílegas.  Revisa los Pasos
            1.-PASO: Examen de Conciencia: Consiste en recordar los pecados que has cometido y las causas o razones por las cuales los cometes, pide al Espíritu Santo que te ilumine, repasa las materias:  Los diez mandamientos.  Los cinco mandamientos de nuestra Santa Madre la Iglesia Católica.  Los siete pecados capitales.  Las obras de misericordia.  Las bienaventuranzas.  El mandamiento de la caridad.  Los pecados de omisión, el bien que dejaste de hacer: no ayudar, no hacer apostolado, no compartir los bienes, no hacer visitas a Cristo Eucaristía, no dar un buen consejo. 2.-PASO:  Dolor de los pecados y la contrición del corazón (el verdadero arrepentimiento es sentir tristeza y pesar de haber ofendido a Dios con el pecado). Dios no rechaza un corazón arrepentido, pero si no hay arrepentimiento no quedarán absueltos tus pecados y será inválido el Sacramento 3.-PASO: Confesar todos los pecados mortales y graves al confesor, omitir voluntariamente la confesión de pecados graves o circunstancias que cambian la especie o callar voluntariamente algún pecado grave hace que la confesión sea inválida y sacrílega. 4º.-PASO: Propósito de enmienda. Es una firme resolución de nunca más ofender a Dios.  Si no hay verdadero propósito, la confesión es inválida, y si el penitente es una persona pública, por ejemplo  Presidente y Gobernadores,etc  el propósito lo conocerá la opinión pública Estos propósitos no deben ser solamente negativos: no hacer esto, no decir aquello… También hay que hacer propósitos positivos: rezaré con más atención, seré más amable con todos, hablaré bien de los demás, haré un pequeño sacrificio en la mesa, callaré cuando esté con ira, seré agradecido, veré solo buenos programas en la televisión, hablaré con aquella persona que tanto me cuesta, eliminaré las injusticias donde he tenido participación, trataré que mi confesión deje de ser una rutina sobre las mismas faltas.  Si el propósito no se extendiese también, a poner todos los medios necesarios para evitar las ocasiones próximas de pecar, la confesión no sería eficaz; mostraría una voluntad apegada al pecado, y por lo tanto, indigna de perdón.
Quién, pudiendo, no quiere dejar una ocasión próxima de pecado grave, no puede recibir la absolución. Y si la recibe, esta absolución es inválida. 5º.-PASO: Cumplir la Penitencia, Es rezar o hacer lo que el confesor mande. Esta penitencia, ya sea una oración, una obra de caridad, un sacrificio, un servicio, la aceptación de la cruz, una lectura bíblica, es para expiar, reparar el daño que hemos hecho a Dios al pecar y es expresión de nuestra voluntad de conversión cristiana.
            En el País y en el mundo son muchas las confesiones invalidas en la parte privada, y en la parte del penitente público es notorio cuando públicamente parecen estar arrepentidos ante Cristo, pero en la acción de gobierno se han cometidos injusticias por todos conocidas, y que la misma Iglesia católico ha pedido  amnistía de los presos políticos o cancelar las deudas por  expropiaciones arbitrarias y nada se ha conseguido, lo cual nos indica que el arrepentimiento y propósito no existen, han sido confesiones publicas inválidas, que merecen el castigo que solicita el profeta Habacuc ante Dios para los malvados.                                                                                          FEB 2013        







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AÑO DE LA FE



“Léalo y Reflexione”                                                                 Francisco Jiménez Fermín           


EL AÑO DE LA FE A LOS 50 AÑOS DEL VATICANO II
Los cristianos y en especial los católicos durante este año 2013 y hasta el domingo 24 de noviembre, estamos en el deber de cumplir, con dedicación y amor a Cristo, con la disposición pontificia Porta Fidei que nos convoca a esta tarea. No sé realmente cuantos de los comprometidos hemos leído el documento del Papa Benedicto XVI para entender a plenitud la necesidad de enriquecer, robustecer, volver a empezar en el diario vivir de nuestro peregrinar aquí en la tierra, para mostrar en el cielo cuando a cada quien le toque, los frutos recogidos y llevados como ofrenda hasta el Señor. Tampoco se si se ha meditado que este año de la fe se estable a los 20 años de la publicación del Catecismo Católico proclamado por el Papa Magno Juan Pablo II,  y que por recomendación del actual Pontífice la Iglesia ha puesto al alcance de todo un compendio del mismo que se le ha llamado Vademécum del cristiano, porque nos obliga a consultarlo con frecuencia y llevarlo consigo. Y finalmente no se si un  gran grupo de creyentes mayoritario y sobre todos los que ya  estamos en la tercera edad, que tal acontecimiento también se hace para recordar y vivir las enseñanzas y doctrina del Concilio Vaticano II a los cincuenta años de su clausura por el Papa Paulo VI. Insisto que nadie perderá su tiempo si pretende vivir con ardor, amor y esperanza este año de la fe, si además de leer la Exhortación Porta Fidei, repasáramos las 4 partes que abarca nuestro Catecismo católico, como lo son La lex Credenti sobre todos lo que debemos creer en la Iglesia; la lex  Celebrandi que abarca el culto o la liturgia sobre lo que creemos; la lex vivendi  que envuelve la acción de nuestra vivencia cotidiana en base a lo que creemos y que celebramos en la liturgia, y por ultimo como fundamental la lex orandi, que nos permite el contacto con Dios Trino, con sus santos y sus ángeles mediante la oración a lo largo de toda nuestra vida
Pero no nos quedaremos cortos si tratamos de estudiar y ponernos al día con el temario que los Padres conciliares en el 21 Concilio Ecuménico de la Iglesia, entre 1962 y 1965 entregaron para todos creyentes y autoridades para su conocimiento. Tendremos que revisar sus 4 Constituciones fundamentales: La palabra de Dios Dei Verbun, La sagrada liturgia en el Sacrosanto Concilio, La lumen gentium  luz de la gente y la pastoral Gaudium et spes, sobre la iglesia y la esperanza en el mundo Además los 9 decretos que se produjeron y sus tres declaraciones.
Siempre y mucho mas ahora en la bibliotecas de cada hogar cristiano o en los  estantes, deben estar  la Santa biblia en las mejores ediciones sobre todas aquellas que tiene explicaciones y referencia para su mejor comprensión, El Catecismo de la Iglesia católica o su Compendio, Los documentos del Concilio Vaticano II y tener la disposición permanente de la defensa de nuestro Credo y de la unidad de la Iglesia, manteniendo fidelidad a toda la jerarquía, especialmente al Papa.