“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín
SOBRE EL DESTINO FINAL DEL ALMA INMORTAL
Será siempre para el hombre un misterio el destino final del alma inmortal, y todo dependerá del amor y la misericordia eterna de Dios. Aunque la persona muera en pecado grave y no haya existido una confesión sacramental, o se trate de un apóstata o hereje que ofende públicamente a Dios, aún así, ninguno de nosotros es capaz de leer, saber o discernir sobre el pensamiento final del difunto en la hora de su muerte, y solo Dios Todopoderoso puede hacerlo y juzgar las actuaciones de ser humano en la tierra, en sus manos estará el perdón de la ofensa grave que lo libre del castigo eterno del pecado, es decir del Infierno y le permita purgar la pena temporal del mismo, mediante la purificación del alma en Purgatorio, y si la persona muere en gracia de Dios, arrepentido de sus faltas, se salvará de la pena eterna del pecado, pero su alma salvada necesita purificación en el espacio de la antesala del cielo que es el Purgatorio, para poder entrar limpio y puro en la gloria de Dios. Debe quedar claro que en cuanto a pena y castigo, no se puede afirmar con propiedad que Dios es quien castiga al pecador, es más bien el pecador quien se castiga así mismo, porque cada quien escoge libremente con conocimiento y voluntad el pecado, y al hacerlo también escoge el castigo merecido. La persona que vive en pecado mortal libremente decide vivir separado de Dios para siempre y de no arrepentirse merecerá el infierno.
Una gran mayoría de creyentes cristianos hoy día, olvidan las verdades reveladas por Dios, la tradición y doctrina de la Iglesia sobre el destino inmortal del alma, que una vez separada del cuerpo miserable, tendrá tres opciones en la vida eterna prometida: La condenación eterna por ser una alma insalvable, el purgatorio por ser un alma salvada que necesita purificación, o una alma glorificada que tiene acceso de inmediato a la visión beatífica del Padre. Muchos se incomodan cuando se les habla de la vida eterna que predicó el mismo Jesús al mundo de ayer, de hoy y de siempre, y que su Santa Iglesia ha recogido en sus dogmas como lo recitamos en el credo de los Apóstoles. Son hipócritas expresos cuando elevan oraciones y ofrecen sufragios en los templos por la salvación del almas de sus deudos o lo hacen con total desconocimiento del significado de los mismos, deben tener en cuenta que si están en el espacio de la condenación eterna del infierno de nada le servirán, y si están en el espacio de la gloria del cielo no les hacen falta, y si están en el purgatorias les hará mucho bien. La razón humana no conoce el misterio de la misericordia divina, quien conoce el destino final del alma y eso puede justificar la petición
Conviene a todos que en este tiempo de cuaresma, de oración, penitencia y ayunos, vayamos al Confesionario para buscar la reconciliación con Dios, debes proponerte hacerlo con frecuencia no quedarte con el mínimo esfuerzo, cumplir con los sacramentos, orar por ti, hacer obras de misericordia y meditar mucho sobre la realidad de la vida eterna.. 9-4-11