lunes, 31 de agosto de 2009

¿CUANTAS BIBLIAS HAY? SOLO UNA

" Léalo y Reflexione " Francisco Jiménez Fermín
¿Cuántas BIBLIAS hay?

La Biblia es libro santo escrito bajo la inspiración y dirección de Dios, revela al alma la verdadera sabiduría y deja en la mente el pensamiento de la otra vida; su lectura renueva la fe en las promesas divinas. Por ser palabra de Dios, es lo más grande, maravilloso, trascendente y perenne que existe en la humanidad. Tan grande es el poder y la fuerza de la Palabra de Dios que constituye el sustento de la Iglesia, así lo ratificó el último Concilio Ecuménico Vaticano II en Dei Verbum 21.
Pero ¿Cuantas BIBLIAS hay? con este interrogante el sacerdote Rafael Ortega, licenciado en Santas Escrituras, en la publicación del mes de Agosto del Pan Diario de La Palabra, llama la atención de los lectores, porque tanto para él, como para muchísimos creyentes tan solo HAY UNA, que es la original la que en rollos de papiros escribieron en idioma hebreo, arameo y griego los autores sagrados (hagiógrafos) inspirados por el Espírito Santo, y todos los textos conocidos hoy son traducciones, pero como quien traduce siempre traiciona o cambia algo del pensamiento, surgió la preocupación de la Iglesia fundada por Cristo, de procurar tener una versión con mínimos errores, para lo cual en el siglo IV se le encomendó la tarea al Santo y Sabio San Ambrosio de presentar la primera traducción de la Biblia, que conocemos como la Biblia Vulgata, donde todo el antiguo testamento de la traducción de la Biblia de los Setenta, que fue del dominio de los apóstoles y primitivos cristianos, todos sus 46 libros escritos en griego se tradujeron al latín, el idioma popular del imperio romano, y de igual forma se hizo con los 27 libros de la nuevo Testamento de Cristo con los Pueblos. Este situación de la Biblia se mantuvo igual hasta el siglo XV cuando después de la aparición de la Imprenta, se hace la traducción al idioma Alemán por parte de Lutero, quien propone modificaciones y eliminación de libros, de allí hasta nuestros días se ha inundado el mundo con la aparición de innumerables textos de distintos credos cristianos diferentes al Católico; que no solo tienen sus biblias sino además se atreven a sostener que la interpretación de la misma es competencia del lector, ignorando lo que siempre sostuvo la iglesia y que es palabra de Dios sobre la defensa del patrimonio de la fe, y la prudencia en la interpretación de los textos (exégesis) y la adaptación a los tiempos ( hermenéutica) de la Palabra de Dios.
Luego entonces las Escrituras nos enseñan que la Iglesia cuenta no solo con la Biblia como tal con todos sus libros, sino también con los maestros, y si hay maestros tiene que ser aceptado su magisterio. La Iglesia enseña como norma la fe en la Biblia unida a la Tradición, la primera fue inspirada por Dios y escrita de una vez para siempre durante 14 siglos, 13 antes y 1 después de Cristo; nos trasmite la palabra del mismo Dios, y la Iglesia no añade nada a la Escritura y tampoco saca de la escritura todo lo revelado, porque lo revelado abarca todo lo trasmitido en la Biblia, pero dispone también de lo trasmitido de viva voz que es la Tradición, así se demuestra en 1ª de Corintios 11,23 cuando Pablo lo participa esa comunidad: " Yo he recibido del Señor lo que a mi vez he trasmitido." Y en la 2ª de Tesalonicenses 2,15, donde dice el mismo apóstol: " Hermanos manténgase firmes y guarden fielmente la tradición que le enseñamos de palabra o por carta."
AGOSTO 2009

viernes, 7 de agosto de 2009

TODOS HAN DE SER BUENOS PASTORES

“Léalo y Reflexione” Francisco Jiménez Fermín

PASTORES BUENOS Y PASTORES MALOS

Mi estimado lector le invito a reflexionar sobre el tema del Buen Pastor. La realidad es que todos somos pastores; tú también eres pastor. Jesucristo es el Pastor por excelencia en el pueblo de Dios, quien conoce a sus ovejas, quien da su vida por ellas, y sale en búsqueda de la descarriadas y perdidas. En este mundo actual ¿Quiénes son los pastores?, son las personas que dirigen, son los responsables del cuidado de un grupo determinado, de tal manera que pastor es el cura, es el papá y la mamá en el hogar; en las escuelas e instituciones educacionales lo son los maestros, ductores responsables de la enseñanza y conducción de los alumnos; en las comunidades los dirigentes vecinales; en los partidos políticos los líderes que presiden y dirigen; en los centros de trabajo los directivos; en los sindicatos y gremios sus dirigentes; en las Instituciones gubernamentales, poder ejecutivo nacional, gobernaciones, alcaldías quienes ocupan los puestos de mando, los que están en el poder legislativo y los jueces en el poder judicial, los prefectos, gobernadores, el Presidente de la República y sus ministros.

Un Pastor bueno trata bien al grupo sea en la familia o sea el País, infunde confianza, vigila, tolera, es prudente y justo, lo conduce hacia el bien y la felicidad. Con un Pastor bueno los problemas se enfrentan y se resuelven, las dificultades se superan o se aceptan, existe la confianza y el grupo crece en sabiduría y espera siempre en Dios.

Un Pastor malo es todo lo contrario, bajo su dirección se pierden los valores y la esperanza, los problemas se profundizan y la desesperación cunde en el conglomerado, está por todas partes y a todos ataca, especialmente a los que caminamos con Cristo, los que estamos apegados su amor y a su doctrina. Quienes seamos ovejas o pastores nunca podremos hacer lo malo por el amor a Dios y de Dios, porque quien ama a Dios es incompatible con la maldad. El Pastor malo está del otro lado del amor de Dios, está con Satán, con el espíritu caído que lucha siempre y siempre está presente en la vida del hombre para confundir al hombre y producir el mal.

Sin embargo, por existir en el mundo desde un principio el bien y el mal, la gente que es directora, dirigente, los lideres, y en general quienes ocupan la posición de pastor están en la obligación de imitar a Cristo y ser un buen pastor, y ha de comenzar por la Iglesia de Cristo, por sus ministros y su gente comprometida, pues son ellos quienes reciben la mayor gracia y por tanto están en el deber de dar mayores frutos.

En este Patria nuestra, el pastor que la dirige por voluntad del pueblo, pretende cambiar el sistema, la democracia por autoritarismo, cuando ha debido dar más democracia: Quien siembra odio y divide la opinión del País; quien defiende el lema implantado patria o muerte; quien irrespeta todos los días la Constitución, y lanza sucesivas amenazas a sectores de la población, evidentemente ejerce la función de un MAL PASTOR, por lo que elevamos una plegaria para su conversión. Amén.

AGOSTO 2009